Recuperando el esplendor que tuvo antaño
Siete grupos de Coros y Danzas nacionales han participado en las sesiones inaugural y de clausura
La rememoración de la tradición y las costumbres de España ha vuelto a ser todo un éxito en la celebración de la 33 edición del Festival Nacional de Folklore Ciudad de Jumilla que se clausuraba el pasado domingo, y que ha formado parte de los actos programados con motivo de la Feria y Fiestas en honor a la patrona, la Virgen de la Asunción.
Tras la recepción oficial del sábado, donde la alcaldesa dio la bienvenida a los siete grupos participantes, tuvo lugar la sesión inaugural, con la ceremonia de izado de banderas en la que participaron todos los grupos. Seguidamente, sonó el ‘Fandango de Jumilla’ que interpretó el grupo de Coros y Danzas de la localidad, así como una selección del amplio repertorio que muestran cada año en este festival y en los diferentes eventos en los que participan por España, e incluso en otros países.
Este año, además de las danzas y cantes locales, también se ha podido disfrutar con el arte del grupo de Coros y Danzas de Granada, la Asociación Folklórica Aires de Andraxt, de Mallorca, desde Castilla la Mancha, el grupo Manuel de Falla de Villacañas, en Toledo, dos grupos llegados desde la Comunidad Valenciana, el grupo Salpassa de El Campello en Alicante y desde Requena en Valencia, la Asociación Cantares Viejos. Por último, desde Murcia, se ha contado con el grupo de Coros y Danzas de Zarandona además del grupo local anfitrión.
En la mañana del domingo, los grupos tomaron parte activa en la Misa del Folklore, que se celebró en la Iglesia Mayor de Santiago, ante los pies de la patrona, y donde diferentes cánticos del folklore religioso, así como danzas rituales, pusieron la nota a la eucaristía oficiada por el reverendo Jorge Trinidad Oliva. Tras el oficio, el folklore se trasladó a las calles, plazas y sede de las peñas, haciendo partícipes a los jumillanos y acercándose al máximo a la sociedad, en un sano ejercicio de convivencia en el que vecinos y peñeros se vuelcan para agasajar a los embajadores de otros pueblos de España.
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