Antonio Navarro. Especialista en audífonos.
Centro Auditivo Audiovox
El oído consta de 3 partes: Conducto auditivo externo (CAE), oído medio (OM) y oído interno (OI). El conducto auditivo externo tiene una longitud de 2,5 a 3 centímetros, y que está cubierta por una piel que tiene una propiedades especiales, y al fondo del mismo se encuentra el tímpano, membrana muy frágil que pude ser dañada por una limpieza inadecuada del conducto.
El conducto auditivo externo (CAE) nos asegura 2 funciones:
-Protección: por su forma y por la piel que lo recubre impide el acceso de impurezas al tímpano.
-Audición: su forma permite recoger, dirigir y amplificar la onda sonora.
Por eso lo debemos cuidar y conviene saber que:
-El cerumen no es suciedad: la cera es una sustancia estéril y limpia que actúa como un filtro contra las bacterias y el polvo. Pero si se acumula mucha cera, puede obstaculizar el paso del sonido.
Un conducto estrecho o demasiado acodado puede favorecer el aumento de producción de cera y su mala eliminación natural.
-Las personas que utilizan aparatos auditivos deben tomar precauciones de higiene particulares, ya que la piel se ve afectada por dichos aparatos corriendo el riesgo de irritarse y descamarse, por lo que se recomienda una higiene regular y suave que permitirá limitar el riesgo de formación de tapones de cera.
Ante todo comentar que no se corre un riesgo si no se limpian los oídos, pero sí se corre un gran riesgo si se limpian mal, desde una simple irritación a una perforación del tímpano.
Para proteger las condiciones del oído es recomendable el uso de productos que respeten el equilibrio fisiológico y evitar el uso de utensilios que puedan agredir al oído. Es recomendable el uso de sprays de limpieza del oído sin gas propulsor que evita el riesgo de dañar el tímpano.
Dos consejos para la higiene del oído: ¡Ni demasiado profundo, ni demasiado fuerte!: es en la entrada del conducto donde se encuentran las partículas a eliminar, y es en el fondo del conducto donde existe peligro si contactamos con el tímpano.
El uso de bastoncillos de algodón puede ser peligroso para el oído, pues puede lesionar la piel del conducto e incluso dañar el tímpano, por lo que se aconseja no usar bastoncillos.
Ante cualquier duda, pida consejo a los profesionales sanitarios.