Con la celebración de una Eucaristía, una procesión, bendición y rezos
Tuvo lugar el pasado día 20 en el convento de Santa Ana
El pasado sábado día 20 se celebró en el convento de Santa Ana del Monte la anual vigilia de adoración nocturna organizada, en este caso por el colectivo de la Adoración Nocturna de Jumilla. Con ella, se unieron a la celebración de San Pascual del día 17 de mayo.
Asistieron numerosos hermanos procedentes de Abarán, Santiago de la Ribera, Archena, Monteagudo, Blanca, Cieza, Consejo Diocesano de Murcia, Jumilla y de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Onil y de Orito. La vigilia fue presidida por Valeriano Martínez Alcaraz, consiliario de Jumilla.
Se inició con la celebración de la Eucaristía, finalizada la cual, se organizó una procesión con el Santísimo hasta la capilla del Padre Juan Mancebón en donde se hizo la habitual bendición de los campos. De vuelta al convento se rezaron los maitines, como lo tienen estipulado en sus usos y costumbres.
La Adoración Nocturna de Jumilla tiene documentos de la presencia de San Pascual en este convento en los años 1578-79. Aquí ejerció el oficio de portero y de limosnero, así como el de maestro de novicios de un joven de Jumilla llamado Juan Herrero, hijo de Francisco Herrero y de Catalina Herrera; tenía a la sazón 22 años. Fray Juan falleció con fama de santidad por lo que su biografía está documentada en la Crónicas de la Provincia de San Juan Bautista de Valencia. Por aquel entonces vivía también aquí el Beato Andrés Hibernón. De la presencia de San Pascual se conserva su celda y una capilla en el huerto levantada sobre el lugar en donde tuvo una profunda experiencia religiosa.