Los agricultores de esta Región de Murcia, y de su parte, los representantes de las distintas organizaciones agrarias, llevan ya muchos años, demasiados podríamos decir, reclamando una política hídrica acorde a las necesidades y apartada de la política y de los intereses particulares. Sin embargo, el tiempo pasa y todo se ha quedado en el sempiterno ‘Agua para todos’ que para nada ha servido, solo para lo que decíamos anteriormente, para hacer política y presidir intereses particulares, porque al final, no existe una política del agua clara y definida, a la vez que el enfrentamiento entre comunidades autónomas sigue estando a la orden de día.
Pues bien, como suele pasar, lo que los gobernantes son incapaces de dar, finalmente nos lo ha dado el cielo, la madre naturaleza que ha querido que en poco más de 24 horas, llueva en Jumilla casi 10 veces más que lo ha hecho en los últimos tres meses.
La meteorología ha venido a tapar las deficiencias de la planificación hidrológica, con unas lluvias que pueden suponer la salvación transitoria de muchos cultivos y producciones, y por tanto, de muchos agricultores. No obstante, aunque este hecho es bueno, lo cierto es que con estas precipitaciones, que han sido generalizadas aunque con diversa intensidad en toda la Región, se produce un gran beneficio para la totalidad de cultivos y producciones agrícolas, si bien no se va a materializar en aportaciones a los pantanos que permita abandonar la situación de emergencia en la Cuenca del Segura.
Las lluvias suponen un gran alivio para las plantaciones de almendro, en situación precaria por la sequía y por los precios bajos y para el olivar, cuyas producciones se estaban viendo muy afectadas y que podrán experimentar una cierta recuperación de cara a la mejora de la calidad y cantidad de la cosecha.
En cuanto al cultivo de la vid, los efectos de la lluvia también serán beneficiosos, tanto para la viña como para la cosecha, siempre que la climatología permita que desparezca la humedad.
Así que bienvenida sea la lluvia caída del cielo.