Una zarzuela “grande”, escrita en los años 40 por el poeta Lorenzo Guardiola y con música del compositor Julián Santos

Después de 30 años de búsqueda y siete décadas extraviada, ha aparecido en la sede de la SGAE de Valencia, la partitura de ‘Los Gerifaltes’, una zarzuela escrita por el poeta Lorenzo Guardiola y con música del compositor Julián Santos.
Esta obra, en tres actos, fue escrita en los años 40, al modelo romántico de la época, un libro exquisito con ambientación madrileña, en la época de las “manolas y chisperos” desarrollándose la escena en el palacio del conde imaginario de “Rosamor”.
En los años 40, Julián Santos se trasladó a vivir a Madrid “buscando nuevas glorias” como él mismo definía y se sabe que su intención era estrenar ‘Los Gerifaltes’ en la capital. El caso es que en aquella época los hermanos Guerrero eran los que dominaban la mayoría de los teatros en Madrid y estrenaban sus propias obras, con lo cual no dieron oportunidad a ‘Los Gerifaltes’ de pisar las tablas.
Además, a esto se unió el declive del género por lo que las pretensiones de Santos se truncaron y un año más tarde regresó a Jumilla con la sensación de fracaso al no haber podido estrenar sus obras.

Se estrena en el Teatro Apolo de Valencia en 1951

La obra fue presentada al certamen nacional de zarzuelas que organizaba RNE y obtuvo el segundo premio, por lo que decidieron estrenarla en el Teatro Apolo de Valencia el 1 de febrero de 1951 por la Compañía de Francisco Bosch y dirigida por el propio compositor.
Posteriormente se realizó una gira que incluyó, como no podía ser de otra manera, Jumilla, estrenándose en el Cine Moderno el 9 de febrero de 1951. En el Círculo Cultural se preparó una recepción para homenajear a los autores jumillanos por su éxito en Valencia. ‘Los Gerifaltes’ se representaron en Valencia, Villena, Málaga, y Jumilla que se tengan noticias.

El diario Las Provincias dijo:

“Hemos de comenzar sentando al franco éxito que los autores consiguieron con su obra; para ello Santos ha compuesto una música sincera y sencilla. Inspirada en motivos populares, netamente española; en ella se sigue la línea melódica tradicional de este género, pero llevándola a una altura verdaderamente envidiable. Muchos números de los tres actos fueron obligados a repetir, pero de entre todos ellos a destacar una romanza de Francisco Bosch en el primero y un dueto de María Teresa Moreno en el segundo, todos ellos muy agradables y constantemente aplaudidos. Finalmente, los tres intérpretes y autores fueron obligados a saludar…”.
“Los Gerifaltes es una zarzuela que quiere resucitar el gran modelo romántico, la “zarzuela grande” noble propósito de difícil consecución. Los tiempos actuales han desechado tantos valores teatrales que esa modernidad aparece siempre. Ambiente, música, todo se contagia del virus final: Un detalle insignificante revela muy bien el caso. La obra tiene su acción en los tiempos de casacón y peluca, de manolas y chisperos. Uno de los actos sucede la acción en un palacio tipo cine o variedades actuales; y en las paredes, unos cuadros con sendos retratos de señoras sentadas, trajes y peinado perfecto modelo 1900”.


En Las Provincias prosiguen su crónica: “La zarzuela tiene una buena orientación ¿Qué duda cabe? Un sentimiento españolista con sus aventuras, sus palacios, sus mesones, amores y amoríos, duelo final. Ello surtido literariamente con romances de ·estilo·. Un cuadro, que sin ser goyesco, nos presenta, tendencias ambientales de tales tiempos”.
“La música es de las que se dice “sirven al libro”. Fácil, muy pegadiza, sin pretensiones técnicas y a propósito para que los cantantes luzcan sus facultades, mérito principalísimo en el arte escénico, y que si es precioso pude prescindir de originalidad y personalidad. El público recibió muy bien letra y música, aplaudió algunas escenas y parlamentos Aplaudió asimismo la partitura, hizo repetir varios números entre los acaso mejor logrados los de ambiente chispero-madrileño, así como un intermedio-gavota. Los locutores de radio hubieron de dar gracias al público que de tal modo acudiera a llenar a reventar” el teatro de Apolo”.

Sin rastro de ‘Los Gerifaltes’

Tras el fallecimiento del compositor en 1983, se trasladó todo su archivo desde la casa de la calle del Rico al domicilio familiar de Omblancas donde se ha ido catalogando, restaurando, y editando la mayoría de sus obras. De ‘Los Gerifaltes’ no había rastro alguno.
Solamente aparecieron tres fragmentos, La romanza de Rosamor ‘Manola Mía’ (inacabada en un apunte), dos romanzas completas, una de Evelio (el bajo) del primer acto (la partitura de orquesta), y otra la romanza de Gerardo (barítono), personaje que se cree que tiene otra romanza más en la obra original, ya que ésta que ha aparecido se sabe por los testimonios de Maxencio García (otro jumillano músico alumno de Julián Santos y que tocó la flauta en aquel estreno de Valencia) que estando ensayando ya en el teatro Apolo, los autores tenían la sensación de que le faltaba algo a la zarzuela. Rápidamente Lorenzo Guardiola escribió la letra de una nueva romanza y Julián Santos le puso música el mismo día que Guardiola se la entregó.


Curiosamente esta copia de la romanza de Gerardo está manuscrita no por Julián Santos, si no por su gran amigo Mariano Puig, director de la banda de Alcásser que también asistía a los ensayos y que se ofreció para copiar la partitura de orquesta y las partes.

Búsqueda en la SGAE en Madrid y Valencia

Muchos han sido los viajes de la familia Santos a la sede de la SGAE en Madrid y Valencia durante más de 30 años, sin conseguir encontrar la obra.
A raíz de la publicación de las obras completas de Julián Santos, su nieto Eugenio Santos contactó con la responsable del archivo lírico de la SGAE María Luz González Peñas quien se maravilló con la idea de que se publicara toda la obra del compositor jumillano.
Eugenio Santos le expresó su pesar de que algunas zarzuelas estuvieran extraviadas y destacó entre ellas ‘Los Gerifaltes’ como una de las joyas que faltaban en el archivo.
González le comunicó a Santos que en su base de datos le aparecía que estaba en Valencia. A este respecto Santos le informó que, según supo después de tres visitas a la sede de la SGAE en Valencia, “aparecía registrada, pero no depositada”, por lo que desistió hace años de continuar con la búsqueda, ya que en Madrid tampoco estaba.
La responsable del archivo lírico de la SGAE se comprometió a hacer un seguimiento. La sorpresa llegó el pasado día 24 en la que Eugenio Santos recibe el siguiente email: “Mi compañera de Valencia ha podido localizar ‘Los Gerifaltes‘ y ‘La moza de la dehesilla’. Le he pedido que me mande las partes de apuntar para poder digitalizarlas en Madrid y pasárselas a usted”. (Firmado: María Luz González).

Al futuro archivo de la ‘Casa de la Música y las Artes’ de Jumilla

Por tanto resulta paradójico que sea precisamente cuando se están publicando las obras completas de Julián Santos de las que salen ahora los primeros 9 volúmenes, y cuando a ‘Los Gerifaltes‘ les hubiera correspondido el volumen nº 10, cuando haya aparecido la partitura, y que sea en este fatídico 2020 cuando ‘Los Gerifaltes’, después de más de 30 años de búsqueda y 70 años extraviados, de nuevo viajen a Jumilla para formar parte del archivo de las familias Guardiola y Santos, y por supuesto del futuro archivo de la ‘Casa de la Música y las Artes’ donde se custodiará toda la obra de Julián Santos que ha sido donada por la familia al pueblo de Jumilla para quien así lo considere pueda consultarla, estudiarla o simplemente escucharla para su deleite.