Nazareno de Honor de la JCHSS 2021
La pasada semana el presidente de la Junta Central de Hermandades de Semana Santa Juan Francisco Martínez dio a conocer el nombre de la
persona que será Nazareno de Honor 2021 y que es Marcial Bernal López
Enhorabuena por este nombramiento y ¿qué sintió cuando se lo comunicaron? ¿Y su familia?
Lo sé exactamente desde el 11 de noviembre que además coincidió con el cumpleaños de mi mujer. Iba a comprar unas flores, sonó el teléfono y era el presidente de la Junta Central. Me dice: Sí o sí eres Nazareno de Honor. En ese momento me apelotoné y no sabía dónde estaba, y claro, ¿Cómo le voy a decir que no a la Semana Santa? y luego pensé, ¿en qué lio me he metido? aunque reconozco que tengo el corazón partido, con mi familia de sangre y mi familia nazarena. Y también reconozco que me gusta la Semana Santa más que a un tonto un lápiz. En mi familia lo han recibido con una inmensa alegría, ya que son todos semanasanteros.
¿Qué supone ser Nazareno de Honor?
Significa mucho. Antes lo veía muy lejano, creía que a mí no me iba a llegar, pero desde el día que me lo dijo Juan Francisco empecé a pensar qué iba a decir en el nombramiento y llevo como 300 folios rotos, con ideas, recuerdos, experiencias… pero todavía estoy en el punto cero.
Imagino que habrá recibido muchas llamadas
Cientos. Casi todos los presidentes de hermandades, gente de Jumilla y de fuera. Y salvo la alcaldesa que fue muy amable, políticos, ninguno, pero tampoco los echo en falta.
Su relación con la Semana Santa empezó con 14 años, pero a través de la música
Sí, junto a mi padre y mis tíos Jesús y Miguel, en la banda municipal. Luego me fui a Barcelona, pero cuando venía, me ‘cazaba’ el maestro. Todo esto me trae unos recuerdos muy bonitos que me gustaría repetir. También ha habido momentos muy tristes, como cuando se incendió Juvinsa un Viernes Santo, fue horroroso y desolador. Se te partía el alma y te entra una impotencia enorme, ver que habían desaparecido imágenes y que eran irrecuperables. También hay muchos momentos alegres, donde lloras pero de emoción, como cuando se trajo la imagen de la Oración del Huerto nueva.
Enseguida se vistió una túnica prestada por la Samaritana
Sí me la dejó ‘El Susi’. Ahí iba de músico, pero cuando llegamos a Santa María, le pegué el ‘regate’ a mi padre, me fui y me puse la túnica. Era la primera vez que me vestía y al año siguiente me vestí en el Rollo.
En 1970 ingresa en la Hermandad de la Vera Cruz y Santo Sepulcro, ¿qué es para usted esta hermandad que ahora preside su nieto?
Es algo que no se puede describir, recién ingresado me pusieron la corbata, ejercí 15 años como secretario y he estado dos mandatos como presidente. Y ahora, desde 2018, mi nieto, se presentó y resultó elegido. Te puedes imaginar el orgullo que supone para mí. No le doy consejos, solo si me pregunta le doy mi opinión, él toma el camino que mejor considera. La hermandad está en buenas manos.
Desde ese 1970, ¿cómo ha evolucionado el colectivo?
Pues una de los principales aspectos que ha evolucionado ha sido en la incorporación de las mujeres a la hermandad, algo que me enorgullece, pero con lo que hubo ‘sus más y sus menos’. Algo que nunca he contado, es que al poco de surgir el tema, recibí un anónimo en mi casa que ponía: “Traidor”. También presencié cómo una chica que se había vestido, al llegar a Santa María, un familiar suyo de dijo que se fuera. Todo fue muy duro, pero por suerte ya está superado.
Además, entre otras cosas, instauramos el solemne acto del traslado de la imagen del Yacente desde su sede hasta la capilla museo del Santo Sepulcro en la Parroquia de Santiago.
Además usted formó parte de la primera Junta Central
Era Comisión Permanente y en 1978 se constituyó como Junta Central de Hermandades de Semana Santa. Fui el encargado de levantar el acta de constitución.
Y en la Semana Santa, ¿cómo han cambiado las cosas?
En algunas cosas muy bien y en otras no tanto. A nivel organizativo, y administrativamente ha mejorado mucho, es más participativa y cuenta con mucha gente joven. Sin embargo, a nivel espiritual, creo que no se vive como antes. Yo soy católico practicante y tengo mi línea marcada. Entiendo lo que es la Semana Santa y todo lo que implica a nivel cultural, patrimonial, turístico y económico, pero nunca se debe olvidar el aspecto religioso y los actos sagrados que se celebran.
El pasado año se logró la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional
Fue una gran alegría para todos los semansanteros y fruto del trabajo de muchos años. Ahora el reto es aplicar esta declaración. No solo poner el cartel, sino demostrar que somos internacional y confío en que será así hay gente muy preparada y muy dedicada a la Semana Santa. Personas que trabajan los 365 días del año. Es una declaración que puede ser retirada, por lo tanto hay que cuidar mucho los detalles: respeto en las procesiones, organización, la estética… En este sentido, tenemos que ser responsables de forma individual.
Llevamos años muy tristes y duros con la suspensión de actos y procesiones
Este año está siendo criminal y el año anterior, también. Creo que el próximo 2021 hay que hacer alguna procesión y sacar los santos a la calle. Hay ‘criaturas’ pequeñas que no saben lo que es una procesión. Se deben tomar todas las medidas de seguridad para evitar contagios, con otros recorridos, marcando los espacios… Confío en la gente y que va a ser consciente de lo que nos jugamos, pero tengo la esperanza de que se celebre la Semana Santa de 2021, aunque también entiendo que es complicado. No hay que olvidar que la Semana Santa afecta a muchos sectores y, en general, a la economía de Jumilla.
¿Qué mensaje lanzaría a toda la comunidad nazarena y a jumillanos en general?
Yo les diría que si no tienen fe, que no recen, pero que si la tienen, que recen y pidan porque esto pase pronto, por el bien de las personas, que se pare el sufrimiento que está ocasionando esta pandemia, que nos está matando y que está provocando que la gente tenga miedo. Al final el que manda es el de ‘arriba’.