Editorial
El próximo lunes 3 de mayo, Jumilla se va a convertir en la Ciudad de la Gastronomía gracias a la entrega de premios que desde este Grupo de Comunicación se va a realizar por cuarto año consecutivo y como apuesta clara hacia uno de los sectores más importantes de nuestra localidad. Porque no solo estamos hablando de los bares y restaurantes de nuestra ciudad, sino que hay que ir más allá, con las empresas distribuidoras, las propias bodegas de la denominación de origen, las empresas turísticas como agencias y hoteles, e incluso las cafeterías, heladerías, pastelerías y tiendas de alimentación.
Cuando en 2018 planteamos por primera vez este acto, hubo de todo, ya que nos encontramos con los que nos apoyaron desde el minuto uno, y con los que prefirieron hacer como Santo Tomás, es decir, no creer hasta que vieran el resultado con sus propios ojos. También estuvieron las voces que anunciaron piedra seca y pronosticaron que estos galardones serían flor de un día. Pero el tiempo da y quita la razón, y pone a cada cual en su sitio.
En Jumilla tenemos entidad suficiente para poder lograr una marca propia en torno a la gastronomía, ya que lo tenemos casi todo, con una idiosincrasia particular y características autóctonas tanto en las materias primas, como en repostería y en nuestra cocina, con influencias manchegas y alicantinas que hemos adaptado.
Lo que debemos de tener claro es que si algo queremos, lo tendremos que conseguir unidos pero solos, de la mano de los establecimientos, de los entes relacionados como Ruta del Vino, Consejo Regulador y Ayuntamiento. Porque nadie va a venir de fuera a sacarnos las castañas del fuego, algo que por desgracia, se volverá a repetir una vez más, quedando solos ante el peligro.