Las actuaciones han permitido iniciar el proceso de registro de seis variedades

M.C.C.Vera

El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) de la Comunidad Autónoma viene desarrollando desde 2000 un programa de mejora cuyo objetivo es la obtención de nuevas variedades de uva de vinificación descendientes de Monastrell que, además de sus cualidades, aporten los caracteres necesarios para afrontar los retos del futuro.
En este sentido, se trabaja para conseguir variedades más resistentes a las altas temperaturas o la sequía o a enfermedades fúngicas como oídio y mildiu.
Actualmente, las nuevas líneas de investigación tienen como objetivos, además, la obtención de variedades apirenas (sin pepitas), que serán destinadas a la elaboración de vinos jóvenes poco astringentes, o la selección de cruces para la elaboración de vinos de baja graduación alcohólica.
Estos trabajos, desarrollados conjuntamente por los equipos de Mejora Genética Molecular y de Enología y Viticultura del IMIDA han permitido ya iniciar el proceso de registro de un total de seis variedades de uva, cinco tintas y una blanca.

Procedimiento

El procedimiento hasta tener disponible una nueva variedad a nivel comercial suele durar entre 10 y 15 años. En primer lugar, se realiza un proceso de selección muy riguroso y exigente para comprobar que la nueva variedad supera en calidad a los parentales y a cualquier otra del mercado. Tras comprobar su estado sanitario y que está libre de virus, tiene que pasar la evaluación de 4 años por la Oficina de Registro de Variedades Comerciales. Una vez registradas, para que sean vinos comercializables deben aparecer en el listado de variedades autorizadas de uva de vinificación para la Región.