Ganó al Molina B por 4-1, de los que tres goles fueron en 10 minutos y si gana su último partido frente al Ciudad de Murcia, será campeón de liga

Gustavo lópez

El Municipal Uva Monastrell acogió el domingo el último partido en casa del Jumilla Atlético y se quiso dar un festín. Y es que el encuentro frente al CF Molina B que terminó 4-1, quedó sentenciado en los primeros diez minutos, donde los vinícolas hicieron tres goles. Sin duda, lo más importante era ganar para mantener el liderato y seguir dependiendo de sí mismos de cara a la última jornada, pero el duelo tardó muy poco en convertirse en una auténtica fiesta para unos aficionados que volvieron a responder a la llamada, y que quisieron despedir a los suyos, además de insuflarles ánimos de cara a la ‘finalísima’ frente al Ciudad de Murcia.


A los tres minutos Pascual le dio a Alberto el primer gol de la tarde. Y apenas dos minutos más tarde Pochi fue derribado en su primera internada por la derecha, decretando el colegiado lanzamiento de penalti que Nacho transformó en el 2-0. Pero no hay dos sin tres, y a los diez minutos el lateral jumillano fue de nuevo protagonista, en esta ocasión cediendo a Pascual dentro del área para que fuera este último el encargado de hacer subir otro tanto al marcador. Un comienzo de partido de locura para el Jumilla Atlético. “Han sido los mejores primeros diez minutos de toda la temporada”, reconocía el míster Juan Francisco Alarcón tras el encuentro.


Pudieron haber sido más durante el primer periodo, con un remate al palo de Cepi, entre otros, pero hasta el descanso no volvió a moverse el marcador. Y como suele pasar en este tipo de partidos, la euforia dejó paso a la calma y apenas pasó nada en la segunda parte. Nada trascendente, solo un gol para cada equipo. Diego hizo el cuarto para los vinícolas, y Loren convirtió el tanto del honor para los molinenses. Un latigazo de larga distancia que acabó superando a Rafa.

Cómodo triunfo

Un holgado y cómodo triunfo para el Jumilla Atlético, que recibió el calor de su afición para la última contienda. Los blanquiazules tendrán que visitar la cancha del CAP Ciudad de Murcia, cuarto clasificado. Cierto es que los capitalinos ya no se juegan nada, pero también lo es que son un equipo guerrero, sobre todo en su cancha, y querrán despedir el curso dándole una alegría a su afición. Pero los vinícolas dependen de sí mismo, y seguro que tampoco estarán solos en la grada. A los jumillanos les vale ganar para mantener el primer puesto, o igualar lo que haga el Ciudad de Mula, que recibirá al San Miguel en la última jornada. Si las cosas no salieran bien el Jumilla Atlético quedaría relegado al segundo puesto del grupo B, y se vería obligado a disputar la promoción de ascenso con su homólogo del grupo A, ya que solo uno de los dos podrá ascender a Primera Autonómica.