Jugadora del Fútbol Emotion Zaragoza
Lidia Alarcón Ruiz
¿Qué siente al ser invitada de Honor en los Premios del Deporte otorgados por Siete Días Jumilla como figura femenina del deporte jumillano?
Me considero una persona muy casera y muy de Jumilla, así que para mí es un placer que se cuente conmigo para estas cosas. Estoy muy agradecida a toda la dirección.
Me ilusiona que se haya pensado en una mujer y estaría tan ilusionada si fuera cualquier otra.
Como jugadora de fútbol sala profesional que es, ¿qué les diría a los deportistas más jóvenes que todavía tienen una larga trayectoria por delante?
A los más jóvenes y más concretamente a las más jóvenes por tener menos incentivos y menos ayudas les diría que vuelen, pero sobre todo que sueñen, que no permitan que nadie les diga que no pueden conseguir lo soñado, y que trabajen para conseguir todo aquello que desean. Y más allá de lo deportivo, que no abandonen los estudios, eso es lo verdaderamente importante. La carrera de un deportista suele ser bastante más corta que la de un trabajador cualquiera, y cuando el deporte se acaba lo que te queda es tu trabajo, tus estudios y lo que has ido construyendo durante años.
Para Jumilla es una figura importante del deporte femenino. Actualmente hemos visto que varias modalidades deportivas de la localidad han ido incorporado equipos femeninos en sus clubes. ¿Qué opina sobre esto?
Me enorgullece ver que Jumilla da pasos de gigante con el deporte femenino, creo que si se trabaja desde la base, podría ser el comienzo de algo grande. Lo más importante ya está, y son las niñas dispuestas a luchar por esos sueños. Para el resto de gente, empresas, medios y recursos, ellas tienen que ser un impulso para todo lo demás.
¿Habría sido más fácil en su niñez si Jumilla hubiera contado con conjuntos femeninos donde hubiera podido desarrollar su potencial? ¿Por qué?
Yo tuve que salir muy joven, con 12 años me marché a la UCAM, la que en su día era la mejor cantera de España. Estuve un año en Jumilla pero me di cuenta de que no se apostaba lo suficiente y que por ello, si quería crecer como jugadora tenía que salir. Fue una decisión dura, porque con 12 años hacía 1000 km a la semana para poder progresar, estudiaba en el autobús y en el coche después de entrenar a las 12 de la noche, y esos eran mis días. Creo que si se hubiese apostado más por el fútbol sala femenino en Jumilla probablemente muchas de nosotras no tendríamos que haber salido.
¿Qué les aconsejaría a las niñas o adolescentes que quieren empezar en el deporte en general y en el fútbol sala en particular?
El fútbol sala en particular es un deporte de poco dinero, pero muy ilusionante. A día de hoy, hay más dinero en la segunda división femenina que en la primera, por eso les diría que ello no impidiera que las niñas tengan el sueño de jugar en la élite, y como he dicho anteriormente, que nunca sacrifiquen los estudios por el fútbol sala y por el deporte en general.
Recientemente ha renovado con el club de Segunda División, el Fútbol Emotion Zaragoza, ¿cómo se presenta esta nueva temporada y qué retos personales se plantea?
En lo grupal no nos marcamos ningún objetivo. Nos gusta ir día a día, pero sí que nos ilusiona bastante la posibilidad de ascender a primera, y este año nos hemos quedado a las puertas. Y en lo individual siempre pretendo dar todo lo que tengo y mejorar todo lo anterior, todo ello sintiéndome bien y teniendo buenas sensaciones.