En clave de Sol By Gustavo López
No es la primera vez que pongo de manifiesto este tema que se convierte en un problema, pero es que los años pasan y aquí nadie le pone el cascabel al gato. Porque si antes era un auténtico lío, ahora, después de la pandemia, con la llegada de un desmelene o actividad, que también se podría calificar como huracán, el problema ya llega a ser preocupante. Es necesaria una organización, un control y sobre todo, un criterio, ya que no por mucho hacer, podemos creer que lo estamos haciendo bien, sino todo lo contrario.
Me estoy refiriendo a la locura de actos que se están organizando y que copan una agenda social que se hace insostenible, no solo para los medios de comunicación, donde más pronto que tarde, vamos a tener que priorizar o elegir, sino también para los propios ciudadanos que ven que hay actos a los que les gustaría asistir, pero coinciden en día y en hora. Por eso, se trata de algo bueno como es la actividad cultural, social y deportiva, que se convierte en algo malo donde nosotros mismos nos solapamos.
En este sentido, a veces incluso vemos como actos importantes y de primer nivel, adolecen de una falta de público que desluce y que no está acorde con el esfuerzo y el trabajo que se realiza para poder llevarlo a cabo.
En varias ocasiones, con la concejal de Participación Ciudadana, he podido hablar de este tema, ya que desde su área se elabora cada semana una agenda actos en Jumilla, pero en la que se limitan a poner en un calendario todo lo que se programa desde los colectivos, asociaciones o el propio Ayuntamiento. Sin embargo, creo que se debería de ir un poco más allá y que además de que fuera obligatorio que antes de programar algo, primero se tenga que consultar a esa misma concejalía, si por un casual, un organizador no quiere atenerse a esas condiciones y a pesar de coincidir con otro acto o de no ser recomendable hacerlo en día y hora que propongan, haciendo oídos sordos, lo anuncian y lo hacen, pues que desde el Ayuntamiento de Jumilla no se colabore, ni se subvencione, ni se permita el uso de edificios municipales. De esa forma, en poco tiempo, todos estaremos acostumbrados a hacer las cosas bien para que no pase como por ejemplo este pasado fin de semana, que a la misma hora estaban las fiestas de la Raja, Música entre Vinos, fiestas de San Fermín, cena de Cotraju y Festival de Bandas, en el que el Teatro Vico estaba con muy poca gente. Una pena por nuestra propia culpa.