No faltó el tradicional mortiriguelo, un torneo amistoso de baloncesto, un cuenta cuentos infantil y la gran marranada
Lola Tomás
Las fiestas del Barrio San Antón han llegado a su fin, y lo han hecho celebrando las últimas actividades que tenían programadas, deportivas, gastronómicas, culturales infantiles y también lúdicas.
De esta manera el pasado sábado arrancaban la mañana con la degustación de un rico mortiriguelo elaborado por los propios vecinos que acompañaron de vino de Jumilla, mientras que cerca de El Campico, en la cancha de baloncesto, se disputaba en torneo amistoso de baloncesto en el que estuvo presente el concejal de Deportes José Antonio Jiménez.
La tarde se reservó para los más pequeños con un cuentacuentos en Librería D. Papel y la noche, muy fría, se quedó para los más valientes que asistieron a la gran marranada.
El domingo la imagen de San Antón se trasladó a la casa de quién será el nuevo camarero durante las fiestas del año próximo.