Sus salones y patios han acogido eventos de todo tipo
A sus 75 años recién cumplidos, el edificio afronta una renovación integral con inversión de 1,7 millones de euros
Reportaje de J.J. Melero
Desde su inauguración en 1950, el Mercado de Abastos de Jumilla ha cumplido con creces el objetivo con el que se construyó. Más allá de ser un lugar donde centralizar la venta de productos frescos y de origen local, ha sido escenario de cientos de actos de todo tipo. Sus amplios y diáfanos salones, así como sus patios interior y trasero han acogido eventos sociales de cualquier naturaleza: desde ferias, conciertos y exposiciones, hasta verbenas o mítines, pasando por obras de teatro. Incluso El Prendimiento ha llegado a representarse allí.

Su patio exterior ha vivido de todo. Incluso, al menos en una ocasión, acogió a las atracciones de Feria. Hace, además, el importante papel de aparcamiento público y gratuito, a excepción de los martes por la celebración del mercado semanal.
Ahora, a sus 75 años de vida le ha llegado el momento de su mayor transformación. Una inversión de 1,7 millones de euros que le permitirán rejuvenecer y adaptarse a los tiempos actuales. Cierto es que hasta la fecha se habían llevado a cabo diferentes reformas de importancia, aunque ninguna de este calibre.
Fue inaugurado un 18 de julio, fecha reservada durante los primeros años de la Dictadura para presentar obras en cualquier punto del país, por la coincidencia con el día del alzamiento nacional, que dio origen a la Guerra Civil. De hecho, ese mismo día de 1950 se aprovechó la visita del gobernador civil, Cristóbal Graciá, para poner la primera piedra de las conocidas como ‘casas baratas’. Era alcalde en ese momento, Pedro Martínez Eraso.

Sin problemas de dinero
El Mercado de Abastos tuvo un coste final de 3.116.936 pesetas (unos 18.700 euros) tras varios añadidos al proyecto inicial de Luis Matarredona, redactado en 1945. Las obras empezaron en 1946, se inauguraron en 1950, pero no se abrieron al público hasta 1953, ya que hubo que corregir varias deficiencias.
Se pagaron con los ingresos de las subastas de esparto, al igual que ocurriera con otras muchas de las obras de la Jumilla de aquella época. Tan buena era la situación económica del municipio, que el Ayuntamiento llegó a renunciar a una subvención de la diputación, indicando que se le otorgara a otra localidad más pobre.

El mercado ambulante de los martes empezó a celebrarse en la avenida General Moscardó (hoy de Levante). Ante el intenso tráfico rodado que fue ganando con el paso de los años esa vía que cruzaba la ciudad, en 1971 se decide cambiarlo a una naciente avenida de Reyes Católicos, que es donde se organiza en la actualidad.
El Mercado de Abastos fue inaugurado el 18 de julio de 1950, día reservado en la Dictadura para presentar grandes obras.
El asentador del Mercado
En junio de 1951 se adjudicaron los puestos, cuyos titulares publicó Pedro Miguel Pérez en su libro ‘Jumilla durante el siglo XX’ (2021). Varias carnicerías, chacinerías, pescaderías, verdulerías, así como una pastelería, una cacharrería, una churrería y un bar.
Además, se nombraron dos asentadores, que se encargaban de asignar a cada vendedor el lugar donde instalar su puesto en los mercados semanales, a razón del espacio solicitado por cada uno. Un oficio, el de asentador, hoy ya desaparecido.

Parking subterráneo
En los años ochenta se llevó a cabo una importante inversión, con la que se construyó el cercado del patio interior y en 2019 se renovó la pavimentación del gran patio trasero y de la entrada principal.
Como anécdota para la historia quedó la aprobación en 2006 de la creación de un parking subterráneo que nunca llegó a realizarse, pero que hubiera cambiado totalmente la historia del edificio.


Durante los años setenta se produjo la gran expansión urbana del Barrio de San Juan, lo que llevó al Ayuntamiento a construir un nuevo mercado, inaugurado en 1979. Hoy, ambos edificios son un reto de futuro por sus muchas posibilidades.