Editorial

Esta semana, en las páginas 52 y 53, publicamos un amplio reportaje sobre una comunidad de vecinos de Jumilla que se lanzó hace unos años al ruedo con el propósito de instalar placas solares en su edificio que les sirvieran como ahorro en la factura de la luz y al mismo tiempo, con el convencimiento de utilizar una fuente limpia, sostenible y verde.
Pero en este tipo de cosas, salvando las distancias y sin querer hacer comparaciones que siempre suelen resultar odiosas, ahora pasa como en su día, hace ya años, sucedía con los tanatorios en Jumilla, y es que a nadie les gustaban, todo eran reticencias y los primeros que se decidieron a dar el paso y utilizarlo en el fallecimiento de algún familiar, resultaba ser un perro verde.

Pero fíjense ahora, sucede todo lo contrario y resulta impensable que un velatorio se haga en una casa. Pues pienso que igual debe de ir sucediendo con las instalaciones domésticas de placas solares, no solo en campos, chalets o zonas rurales, sino también en cualquier comunidad de vecinos. Es más, los edificios de nueva construcción, igual que todos tienen ascensor o garaje, de la misma forma, los arquitectos tendrán que incluir más pronto que tarde, las placas solares de autoconsumo.
Además, las administraciones deben de ayudar y facilitar. El Ayuntamiento de Jumilla ya lo hace con rebajas fiscales importantes, pero deben de ser todas, sin trabas y con la mano tendida de verdad. E incluso que poco a poco se pongan en todos los edificios públicos y hasta que el consistorio tenga su propia panta municipal. Poco a poco.