La profundidad de la crisis general del capitalismo español hace que sus principales actores políticos se encuentren en un callejón sin salida para seguir gestionándola. Es tal su alcance que afecta absolutamente a todas las estructuras económicas, políticas y sociales de la formación social española, y sin que ninguna de las iniciativas en marcha para ir preparando una sustitución de administradores tenga la posibilidad de convertirse en una alternativa real.
La podredumbre orgánica de un sistema, fundamentado en la explotación de la inmensa mayoría social por una exigua minoría de personas, se evidencia de forma más clara en momentos de crisis. Las contradicciones estallan, y al sistema se le impone la búsqueda de alternativas para seguir gestionándolas, antes de que éstas se conviertan en ingobernables, y se creen las condiciones para abrir espacios para la verdadera alternativa sociopolítica. La realidad del momento político que vivimos se limita a cambios en la cúpula y relevos forzados para dar oxígeno a un sistema irrespirable por el hedor de su descomposición; es la limitada realidad de un cambio en el reparto de papeles para salvar a la productora.
Tras una década gestionando los tiempos políticos de la crisis estructural del capitalismo, la oligarquía monopolística que domina este país parece dar por amortizado al Partido Popular, y ya no duda en poner a muchos de sus dirigentes en la picota jurídica de sus constantes hechos delictivos. La lista es interminable e implica también a la socialdemocracia clásica del PSOE que, salvo milagro, se encuentra también en caída libre pues todo apunta a que en las próximas convocatorias electorales los dos principales partidos de la Transición del franquismo a la actual forma de dictadura del capital cosecharán unos muy pobres resultados.
Consecuentemente, será en unos pocos meses o dentro de los dos años que corresponden, pero lo que es casi incuestionable es que habrá cambios en el gobierno del “consejo de administración” de los monopolios españoles.
Y, hay que plantearse, ¿puede ayudar eso a las necesidades actuales de la clase trabajadora y los sectores populares de este país? Desde el Secretariado Político del PCPE pensamos que no, y tenemos la certeza de que las cosas continuarán, con uno u otro gobierno, en el mismo camino de pérdida constante de derechos laborales, sociales, civiles y políticos en el que estamos instalados en este momento. Más precariedad, más pobreza y más represión, es todo lo que puede ofrecernos el capitalismo español; puesto que es lo único que permite hacer la supervisión impuesta a España por la UE y por organismos internacionales como el FMI, BM o OCDE, a los que, la tan “patriótica” burguesía española, hace años entregó la soberanía nacional.
Por todo ello, llamamos a mantener activo y a potenciar, el horizonte de lucha iniciado con el incremento de la conflictividad laboral y las luchas masivas de mujeres y jubilados, y a ni dejarse confundir, ni replegarse de ninguna de las maneras, con los cantos de sirena de un próximo cambio de gobierno.
La situación de emergencia no es de “higiene democrática”, como afirma a coro todo el arco parlamentario de papanatas, que repiten como un mantra esa expresión estúpida. La verdadera situación de urgencia la padecen las 12.000.000 de personas que viven en la pobreza o en su umbral, los millones de trabajadores y trabajadoras pobres que no llegan a fin de mes con salarios de miseria, la juventud condenada a emigrar y a ser sobreexplotada en el extranjero o los 64.000 nuevos parados de este mes de Abril y las mujeres doblemente oprimidas…
Y esa realidad incontestable, la de las personas que cada día son víctimas del fracaso de este sistema incapaz de satisfacer sus más básicas necesidades sociales, es la que debe organizarse y tomar conciencia de su inmensa fuerza para cambiar de verdad las cosas.
Es la lucha de esta amplia base social la que decide. En su determinación de organizar la contraofensiva obrera y popular está la única posibilidad de darle de verdad la vuelta a la tortilla, y poner en la parte de arriba, en los espacios de decisión, a la mayoría social que todo lo produce.
Ese es el cambio que necesita este país, cambio por el que los comunistas del PCPE luchamos todos los días, con el compromiso de transformarlo radicalmente.
¡TU LUCHA DECIDE!
¡¡TODO PARA LA CLASE OBRERA!!
FUENTE: PCPE