El párroco de la Iglesia de El Salvador ha celebrado sus bodas de plata sacerdotales con una misa extraordinaria
Estuvo acompañado por varios compañeros sacerdotes, así como por la práctica totalidad de su comunidad parroquial
El actual párroco de la Iglesia de El Salvador de Jumilla, Valeriano Martínez Alcaraz, acaba de celebrar sus bodas de plata sacerdotales, al cumplirse 25 años desde su ordenación, que tuvo lugar el 9 de julio del año 2000, en Aledo. De esta forma, cumple 25 años de servicio a Dios, de los que los últimos once los ha dedicado a Jumilla. Anteriormente estuvo en Lorca y en Los Belones (Lo Pagán).

Para conmemorar esta efeméride, se celebró una solemne eucaristía a la que asistieron varios compañeros sacerdotes de don Valeriano, como los últimos que han sido párrocos del El Salvador, Joaquín Hernández y Jorge Oliva, el anterior párroco de San Juan, José Andrés Alcolea, el franciscano Antonio Trucharte, el párroco de la basílica de la Purísima de Yecla, José Antonio Abellán, y otros amigos del homenajeado.

La ceremonia resultó muy entrañable, teniendo el momento de la homilía como el de mayor emoción, donde don Valeriano se dirigió a una abarrotada Iglesia de El Salvador para dedicar sus años de sacerdocio a “Jesús y a María”, dijo emocionado, al mismo tiempo que agradecía el apoyo siempre de sus padres.

Según relató él mismo, en torno a los 8 años recibió la vocación, y con tan solo 14 años, ingresó en el seminario de Orihuela, donde se formó durante 10 años. Se ordenó sacerdote en la parroquia de su pueblo, Aledo, y hasta el momento solo ha estado en tres parroquias destinado.

Don Valeriano reconoció sentirse satisfecho, “me gusta ser cura”, dijo, y se mostró agradecido a “tantas personas que me han ayudado en cada uno de los sitios por los que he pasado”.
Obsequios y regalos
La comunidad parroquial de El Salvador quiso agradecer la labor en Jumilla de su párroco a lo largo de 11 años y le entregó unos obsequios como recuerdo del momento. Entre ellos, un álbum de fotos con imágenes de infinidad de acontecimientos en los que el sacerdote ha participado y se ha implicado. Además, también se le regaló un cáliz y una patena con la fecha de la celebración y cincelado con los cuatro evangelistas en la base.

Por su parte, el coro de la parroquia y el grupo de monaguillos, también le regalaron una casulla dedicada al Sagrado Corazón, y la Hermandad del Cristo de la Salud le hizo entrega de un cuadro conmemorativo tipo metopa, con la cruz del escapulario de la hermandad que tiene en El Salvador su sede canónica.
Galería de fotos



















