El artista elabora una obra con motivo del 175 aniversario de la cofradía

LOLA TOMÁS

El Cristo Amarrado a la Columna se encuentra ya en el pueblo, tras ser trasladado desde su morada habitual, el monasterio de Santa Ana del Monte, la tarde de Domingo de Ramos, como manda la tradición.


Una multitud le esperaba para acompañarle hasta la ciudad, no sin antes una despedida franciscana, por parte del padre guardián de Santa Ana, Juan Quesada Meseguer, invitando a la fe, a cuidarlo y a disfrutar de la imagen durante su estancia en Jumilla, para participar en las procesiones, y para rendirle culto por parte de la Hermandad del Cristo Amarrado a la Columna.


A su llegada, y tras ‘saludar’ a la patrona, la Virgen de la Asunción, en la ermita de San Agustín, la imagen hizo un alto al cruzar bajo la estructura metálica y forrada con un entretejido de punto, elaborada por el artista Miguel Ángel Lozano, que conmemora el 175 aniversario de la Hermandad del Cristo Amarrado a la Columna.