Carmelo Gómez es el coordinador de Edad Dorada en Murcia, que gestionará la nueva residencia.

L.T./M.C.C.V.

El final de noviembre del pasado año fue la última fecha en la que se tuvo noticias de la Residencia Virgen de la Asunción donde se informaba que su apertura podría ser inminente, Entonces, Carmelo Gómez Martínez coordinador de Mensajeros de la Paz en la Región de Murcia indicaba que el 99% de las obras de reforma y reacondicionamiento ya estaban terminadas y que se ultimaban las licencias oportunas para poder hacer el cierre de obra a lo largo de diciembre.
Transcurrido ya más de medio año y teniendo en cuenta los meses de pandemia y de parón que ha sufrido el mundo, Siete Días se ha interesado por el tema y ha mantenido una entrevista con Carmelo Gómez.

• ¿En qué punto se encuentra la apertura de la Residencia de Ancianos de Jumilla que gestionará Mensajeros de la Paz?
• En estos momentos nos encontramos en los últimos metros de la recta final del proyecto que comenzó hace unos tres años.
Realmente, solo nos queda la obtención del permiso administrativo por parte del servicio de registro e inspección de centros de servicios sociales, dependiente de la Consejería de Familia, Mujer, LGTBI y Política Social. Estamos terminando de amueblar el edificio y de dar los últimos retoques. Ya estamos pasando las inspecciones de rigor con resultados favorables. Hay que recordar que una residencia no es cualquier lugar, y se deben pasar numerosos filtros que permitan garantizar unos mínimos en la atención a prestar.

• ¿Nos puede adelantar una posible o próxima fecha de apertura?
• No es una cuestión que dependa por completo de nuestra asociación. La fecha va a depender del momento en el cual nos autoricen desde la Consejería para acoger a personas mayores. Éste, a su vez, intuimos que va a estar influenciado por el periodo estival en el que casi nos encontramos; posiblemente hablamos de septiembre.
Es bueno recordar que esta fecha es fruto del retraso que todo el país ha sufrido como consecuencia de la paralización industrial producida, de manera inevitable, por el estado de alarma decretado por el Gobierno por la grave epidemia de Covid-19.
Es un retraso de tres meses y medio que, si bien no es culpa de nadie, ha demorado obligatoriamente todas nuestras pretensiones de abrir después de Semana Santa.
Les aseguramos que los primeros interesados en abrir las puertas de la residencia somos los responsables de Mensajeros de la Paz Murcia.

• ¿Hay ya usuarios dispuestos para entrar en el momento en que se abra la residencia?
• Las noticias que tenemos son que hay algunas personas que podrían ingresar casi con carácter inmediato el día siguiente a la apertura formal de la residencia. Nos llaman continuamente para saber cuándo vamos a abrir.
Hay dos tipos básicos de plazas, aquellas subvencionadas por la Comunidad Autónoma vía Ley de Dependencia, y aquellas en las cuales la persona mayor o sus familiares deciden ingresar sin trámites administrativos públicos ni subvenciones. Para que se puedan materializar la del primer tipo previamente hay que firmar un concierto público de plazas con la Consejería de Política Social, y para que ello sea posible primero tiene que haber demanda, y a su vez antes la residencia debe figurar dentro del catálogo de centros y servicios de la Comunidad Autónoma; lógicamente, estos trámites no se pueden realizar de un día para otro ni de una semana para otra; ojalá se pudiera, pero depende por completo de los políticos.
En cambio, las plazas privadas podrían beneficiarse desde el primer momento ya que estas no requieren mayores trámites que la mera solicitud de ingreso.

• En la última entrevista que tuvimos con usted, se estaba procediendo ya a la selección de personal
• En relación al personal, efectivamente ya concluimos la fase de entrevistas. Hemos realizado una preselección para cada uno de los diferentes grupos profesionales que compondrán la residencia.
Estamos incorporando poco a poco a diferentes perfiles como el de dirección, mantenimiento y limpieza, lógicamente para poder ir añadiendo más tarde y de manera paulatina al resto de perfiles. Se les irá llamando poco a poco conforme se les vaya necesitando. En caso de que ya estén trabajando se irá ampliando la fase de entrevistas partiendo de la lista de currículum que tenemos de la oferta pública de empleo que se tramitó anteriormente.
Si fuera necesario se volvería a hacer una nueva convocatoria.

• Desde el punto de vista de su profesión, ¿cómo ha vivido la situación de pandemia donde los más afectados han sido nuestros mayores?
• Todos los que trabajamos en este sector la hemos vivido con muchísima angustia. El coronavirus apareció de manera relativamente inesperada, ya que no terminábamos de creer que esto nos pudiera afectar a los españoles. Al final, así ocurrió y nos pilló a todos desprevenidos.
Para colmo el sector de personas mayores que viven en residencias siempre ha estado bastante apartado de la mirada de las instituciones sanitarias públicas. Esto ha hecho que el sistema se rompiera en la parte más débil, esta es la atención sanitaria.

Esta atención no corresponde a los servicios que habitualmente prestan las residencias, que son y deben ser de tipo social; así lo corrobora la normativa que regula el funcionamiento de las residencias en la Región de Murcia.
Por otro lado, debemos señalar que los mayores que viven en las residencias suelen tener un perfil asistencial muy geriatrizado, el cual es el principal responsable de la solicitud de plaza por sus familiares. Este perfil se caracteriza por padecer diferentes y numerosas enfermedades crónicas, algunas dependientes de la edad y otras no, polimedicados, y con numerosos y grandes síndromes geriátricos, como la demencia, por ejemplo.
Evidentemente, la fragilidad de las personas mayores que padecen estos cuadros les hace muchísimo más vulnerables a la hora de sufrir enfermedades graves como la neumonía producida por el coronavirus. Ha habido muchos muertos en las residencias también por el perfil de los ancianos que ellas viven. Pero también han muerto en sus casas solos y con el mismo perfil de enfermedad crónica.

• ¿Cree que existe tras este episodio una “mala prensa” de las residencias de mayores, sin ánimo de generalizar?
• Sí, claro, y es lógico. Siempre hemos sido una excelente pantalla de humo para desviar la atención de aquellos que son realmente responsables, que no son otros que los políticos de turno. Como he referido antes, hace años que desde nuestro sector venimos denunciando la escasez, por no decir ausencia, de atención sanitaria por parte de los servicios públicos de salud. Algunos de sus responsables políticos, en otras épocas incluso llegaron a discutir la universalidad y gratuidad de la atención a los mayores que viven en residencias privadas.
Probablemente, un bajo perfil político les llevó a obviar que en nuestro país, afortunadamente, todos los ciudadanos gozamos de los mismos derechos a la hora de recibir una atención sanitaria digna, independientemente de nuestra edad, sexo, religión, etc. Todas las personas mayores que viven en la Región de Murcia tienen una “30/” esto es, una tarjeta sanitaria que les permite, en teoría, acceder a los servicios públicos de salud.
La pregunta habría que hacérsela a los responsables de la administración pública sanitaria. Sinceramente creo que también habría que preguntarles a los responsables de política social pues son sabedores desde hace años de esta situación.

• Venda la nueva residencia de Jumilla. Hábleles a los jumillanos de ella. ¿Qué les diría?
• Es una residencia pensada y concebida para atender y cuidar a personas, no a pacientes ni residentes; para hacer más humana la atención que debemos prestar a los mayores en una etapa tan crucial como la última de sus vidas.
Aspira a ser una residencia referente en la Región de Murcia y en España. En ella se van a poner en marcha proyectos pioneros en el sur de nuestro país, y se van a dar pasos increíbles hasta ahora para especializar los cuidados individuales de cada persona mayor, como son la revitalización posthospitalaria, la ortogeriatría, y los cuidados paliativos geriátricos.
Además para ayudar a mantener unidas a familias donde convivan personas mayores con hijos con alguna discapacidad también mayores. Queremos que la residencia para los jumillanos no sólo sea un lugar donde acogemos a personas mayores, sino un espacio de promoción vital, donde se dé más vida a la vida.