En una tarde lluviosa y con el apoyo incondicional de la afición

Gustavo López

El partido entre el Jumilla Atlético, 2º clasificado, y el líder, Ciudad de Mula, no defraudó a nadie, se desarrolló según lo previsto y no le faltón ingrediente alguno. Tuvo intensidad, ocasiones, goles, expulsiones y emoción, todo ello regado por una lluvia que fue cogiendo fuerza durante toda la tarde del domingo.
Con todos esos mimbres, los jumillanos supieron resolver para ganar su particular final (2-1), auparse al primer puesto, y depender de sí mismo para lograr el ascenso directo a Primera Autonómica.


Independientemente de lo que pasó sobre el césped, sin duda lo mejor fue la grada del Uva Monastrell, que a pesar del mal tiempo, presentó una muy buena entrada, consciente de lo que se jugaba su equipo. Una afición vinícola que no ha dejó de animar en todo el partido, y que ‘se venía abajo’ a la media hora de juego con el primer gol de los suyos. Una magnífica jugada de tiralíneas dirigida por Pascual, que combinaba con Salva y Mateo dentro del área para deshacerse de todos sus rivales, y que este último convirtiera a puerta vacía para abrir la lata.
Una acción que obtuvo pronta respuesta del conjunto muleño, que solo dos minutos más tarde cabeceaba un córner para obligar a Rafa a realizar una sensacional estirada con la que evitaba el empate. Del mismo modo y ya cerca de la conclusión de la primera mitad, Mateo estuvo cerca de lograr su segundo tanto, después de caerle un balón dentro del área tras una serie de rechaces, que el atacante blanquiazul envió alta por poco con su zurda.
Demostraba el Jumilla Atlético que quería más, y su ambición tenía premio a los cinco minutos de la reanudación. Una jugada en la que Pascual filtraba el balón para Gabi, que sutilmente levantaba la pelota por encima del guardameta para superarlo. No obstante fue Salva el que apareció por la línea de gol para, en última instancia, empujar la pelota y poner el segundo en el luminoso.
Un segundo tanto que dejó muy tocado al Ciudad de Mula, que veía como se esfumaban sus opciones de salir con botín del Uva Monastrell. Pero la dinámica iba a cambiar cuando en el minuto 8 el colegiado mandaba a la caseta a Mateo con roja directa, tras lo que entendió había sido una agresión sin balón a un jugador rival. Una acción absurda que dejaba a los vinícolas con un jugador menos y que volvía a agitar un partido que estaba controlado. El Ciudad de Murcia no iba a desaprovechar esta tesitura y se vino arriba. Así, mediado el segundo periodo, Adrián lograba recortar distancias rematando de cabeza un saque de córner. Un solo gol de ventaja y aún quedaban 20 minutos de sufrimiento.


Y vaya sufrimiento, porque para complicarlo todo todavía más, Rafa salía del campo lesionado tras un choque con un jugador rival. No podía continuar sobre el terreno de juego el arquero jumillano y tuvo que ser el defensa central Juan Tomás el que se enfundara los guantes para defender los palos durante los últimos quince minutos. Afortunadamente no tuvo mucho trabajo, al margen de un par de balones aéreos que supo recoger con seguridad. En esta recta final del partido también acababa expulsado Nacho, que recibió su segunda amarilla. Ni el centrocampista ni Mateo podrán estar para la próxima jornada, y habrá que esperar a la evolución de Rafa para medirse a La Albatalía fuera de casa.
Una situación que Juan Francisco Alarcón tendrá que resolver.
En la rueda de prensa posterior, el técnico vinícola se mostró orgulloso del trabajo de su equipo, y también pidió perdón al rival por un balón que alguien lanzó al campo en los lances finales con la intención de perder tiempo, reconociendo que “me enteraré que ha pasado. No me gustan ese tipo de actitudes”.
El próximo partido el Jumilla será el 6 de junio contra el Molina.