Una sesión inaugural ‘embotellada y etiquetada’.

Los presentadores de la gala, Diego Lozano y Nieves Sánchez, son directores de Operaciones de las bodegas Juan Gil y BSI

Lola Tomás Ruiz

La 44 edición del Festival Nacional de Folklore de Jumilla ha tenido el vino como hilo conductor tanto en la sesión inaugural como en la de clausura. Tanto es así, que hasta los presentadores de ambas galas, Diego Lozano y Nieves Sánchez, están estrechamente relacionados con lo vinícola, ya que son los directores de Operaciones de Bodegas Juan Gil y Bodegas BSI, respectivamente, de manera que la Glorieta, olía a mosto por todos los rincones.

Izado, vendimia y vino

Sonando la fanfarría de festival, se anuncia el izado de banderas, que este año, junto al director del Festival, José Carrión, lo hacía como invitado especial el director de Siete Días Jumilla, Gustavo López, en reconocimiento al 25 aniversario que celebra el periódico. En ese momento López le impuso además la insignia de Siete Días Jumilla, al director del Festival.


Con todas la enseñas sobre el escenario, la alcaldesa daba el pistoletazo de salida al festival, y una estampa muy tradicional de la vida en época de vendimia, se recreaba en un gigantesco escenario, donde una sutil danza con música en directo, abría boca de lo que estaba por llegar.


Los presentadores ‘embotellaron y etiquetaron’ un vino para cada uno de los grupos participantes, respetando la variedad de la zona.


Tras el baile inaugural del grupo anfitrión Coros y Danzas, le siguió el de Xacarandaina de La Coruña con un aromático albariño; Raíces del LLano de Albacete con un vino de garnacha tinta; para el grupo Danzas Burgalesas Justo del Río se embotelló un tempranillo; y a la Asociación Etnográfica La Hijuela, de Patiño se le adjudicó la nueva variedad myrtia. Las catas de los vinos se dejaron para la sesión de clausura.

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