“Rabia por la mala gestión a nivel político cuya realidad no se asemeja a la nuestra”

Las enfermeras y auxiliares de la primera planta del Hospital de Yecla han accedido amablemente a la petición de esta redacción, que en su ánimo está el de trasladar a todos cómo se sienten en una de las situaciones sanitarias más críticas por las que el mundo atraviesa con la Covid 19.

María José Molina y Ana Belén Olivares han servido de enlace para que Jumilla conozca cómo viven este episodio quienes se ocupan y preocupan de la salud de todos.

IMPOTENCIA

Aseguran en un testimonio estremecedor, que “son momentos difíciles los que nos toca vivir ahora, porque estamos ante una guerra en la que el enemigo es invisible y muy “puñetero”.

Sienten “impotencia, por no poder hacer todo lo que quisiéramos; temor al vernos indefensas ante la falta de material de protección y que nos obliga a tener que compartir entre nosotras mismas; y rabia por la mala gestión a nivel político, por tener a veces que rogar para que te hagan un test y por no asemejarse la realidad nuestra a la de los políticos de la televisión”.

MIEDO

Manifiestan “miedo por contagiarnos, por contagiar a nuestros hijos o cónyuges cuando lleguemos  a casa de trabajar; miedo e intranquilidad a la hora de trabajar, pero luego miras a tu alrededor y ves el apoyo de tus compañeros, internistas, celadores, auxiliares de enfermería, cirujanos,…. que  vamos todos a una, y entonces, respiras hondo y te tranquilizas”.            

TRISTEZA

“Tristeza, mucha tristeza porque son pacientes la mayoría de las veces, muy vulnerables y dependientes, que pasan todo el ingreso solos, y lo que es peor, mueren en la absoluta soledad, sin familia alguna y sin derecho ni a ser velados. Se te parte el corazón oír a una compañera que ya no puede más, que está agotada; oír al internista lo impotente que se siente sabiendo que el paciente se muere y no puede hacer más”.

ESPERANZA

No olvidan la esperanza, aseguran, “la esperanza de que todo esto pase y volvamos a la “normalidad” y  venzamos a este maldito virus para que no muera nadie más”.

Ellas siguen  trabajando y cuentan que son conscientes de que sin la ayuda de todas aquellas personas que permanecen en su casas confinadas no podríamos trabajar y desempeñar su labor de la misma manera, e instan a todos una vez a que ¡“por favor, ¡“QUÉDENSE EN CASA”!

Manifiestan “profunda gratitud” a todos los que colaboran en la lucha”

En el testimonio firmado por María José Molina y Ana Belén Olivares, en nombre de todas las que conforman la asistencia en general de la primera planta del hospital Virgen del Castillo, el centro sanitario de referencia del Área V del Altiplano, muestran también su “gratitud hacia toda la gente y empresas de Yecla y Jumilla, que de forma altruista, señalan, quieren ayudar y lo están haciendo, donando materiales de protección (delantales, viseras, mascarillas, calzas, batas,…) y sobre todo, por esos aplausos de las ocho de la tarde que nos llegan cada día y nos dan fuerza para seguir luchando. Gracias”