jose_ramonJosé Ramón Sánchez. Odontólogo

Colegiado nº 797

Una de las preguntas más frecuentes sobre la salud bucal es sobre el papel del flúor. La gran mayoría de las personas se pregunta por sus posibles efectos tóxicos y, desean saber, con seguridad, si su uso puede ser beneficioso para la prevención de la caries dental.

En primer lugar cabe destacar que no es lo mismo ingerir flúor vía sistemática, que recibirlo en aplicación tópica. Hoy en día los mecanismos de acción exactos del flúor como agente preventivo de la caries no están totalmente comprendidos y, continúa investigándose su aplicación. Sin embargo, sabemos que el flúor sí desempeña un papel importante en la higiene bucal: inhibe el metabolismo de la placa dental, altera su composición, afecta a la formación de la placa bacteriana, inhibe la capacidad de las bacterias de formar grandes cantidades de ácido, inhibe el proceso de desmineralización de los dientes, vuelve la superficie dentaria más resistente a los ácidos presentes en boca y favorece la remineralización de la superficie del esmalte dental.

Fluor

La presencia de flúor en la superficie dental, en definitiva, reduce la solubilidad del esmalte, dándole mayor dureza y haciéndolo más resistente a la acción de los ácidos y por ende a la producción de caries dental.

Se necesitan concentraciones muy reducidas para lograr este efecto positivo en la prevención de la caries dental. Con dosis muy pequeñas de flúor en la boca se logrará un efecto deseado y se reducirá al mínimo el riesgo de padecer de fluorosis. Actualmente se recurre a las aplicaciones tópicas de flúor en clínicas dentales. Con este tratamiento se mejora la higiene dental, en primer lugar por sus efectos locales en la superficie del diente y secundariamente, por la retención y la absorción de flúor después de cada aplicación. El efecto protector del flúor parece depender tanto del método de aplicación y la cantidad, como de factores tales como la limpieza de los dientes antes de la aplicación o el aporte de fluoruro procedente de otras fuentes, como el agua. La incorporación de fluoruros a las pastas dentífricas facilita la aplicación diaria y casi automática de flúor, aunque evidentemente sólo se benefician de ella las personas que se cepillan los dientes con regularidad.

Por otra parte, varios especialistas advierten de los posibles riesgo de este mineral. Se ha demostrado que la fluorosis dental es una condición originada por el flúor. Se trata de una anomalía del diente que se da por un consumo excesivo de flúor. Se presenta con manchas blancas o marrones desagradables en los dientes, y también puede ser responsable de la destrucción del esmalte. La fluorosis dental aparece cuando la dentadura está permanentemente expuesta durante el desarrollo y la calcificación a un exceso de flúores, es decir, está causada típicamente por la exposición de los dientes al flúor desde el nacimiento hasta los 8 años. El efecto que puede tener el flúor en los dientes en desarrollo es a veces tan negativo que la Asociación Dental Americana y el Centro de Control y Prevención de Enfermedades afirman que los padres no deberían dar a sus niños agua fluorada.