En clave de sol by Gustavo López

Parece que fue antes de ayer, pero hace ya 22 años que contraje feliz matrimonio con mi mujer, después de un largo noviazgo y siendo los dos los hijos menores de dos familias que afrontaron este matrimonio con mucha ilusión. En este sentido, personalmente lo vivimos también de forma muy ilusionante, donde todavía recuerdo esos días previos a la boda con muchos nervios y con la alegría compartida que supone el montaje de un nuevo hogar y todo lo que ello conlleva. Así, una vez más, puse en práctica una de mis máximas, que me gusta cumplir a rajatabla y es la de apoyarme en las empresas locales, ya que yo llevo trabajando y viviendo siempre gracias al apoyo de las empresas del pueblo, y por eso, cuando me es necesario, no me gusta buscar fuera lo que encuentro rápido, con excelente servicio, y además, con precios muy parecidos o incluso más bajos, junto a mi casa.
Los preparativos fueron muy intensos, pero el de los muebles, las cortinas, los electrodomésticos y tantas y tantas cosas que hacen falta en ese momento, se portaron de lujo y nos ayudaron muchísimo, cumpliendo todos con creces con su trabajo, su compromiso y su profesionalidad.


Hoy, pasados esos 22 años que decía al principio, las oportunidades de la vida pusieron delante de mi familia la posibilidad de comprar una nueva vivienda y plantearnos la posiblidad de mudarnos, aunque he de puntualizar que vivíamos súper bien, con unos vecinos excelentes y en una zona que nos gustaba mucho. Pero la decisión fue la de optar por el cambio y en ese lío estamos desde hace ya unos meses, donde al lío que acompaña este tipo de cosas, se ha unido el de la mudanza, ya que si tremendo es montar una nueva casa partiendo de cero, trasladar todos los recuerdos y lo que has ido ‘acumulando’ a lo largo de los años, pues complica notablemente. Pero yo, lo que quería destacar hoy, es que al igual que pasó en su momento, para todo lo que hemos necesitado, hemos tirado de las empresas locales, y todas nos han respondido espectacularmente, cumpliendo al máximo, y mejorando cada una de las ideas que teníamos.
En definitiva, lo que hemos dicho en muchas ocasiones, y es que contando con nuestra gente, multiplicamos por mil la repercusión en nuestro pueblo y en nuestra economía. O como dice Lucio Fernández: “Soy tan egoísta, que quiere que te vaya bien, para que a mí me vaya mejor”.