Editorial

El Ayuntamiento de Jumilla ha aprobado el destino que van a tener los casi tres millones que proceden del remanente de tesorería, es decir, qué es lo que va a hacer con el dinero que en el pasado ejercicio no se gastó, por lo tanto sobró y ahora se acopla al siguiente ejercicio en forma de inversiones que van a ir dirigidas tanto a nuevos servicios, como construcciones, obras, renovaciones e inversiones varias.


Van a ser 2’65 millones de euros, o lo que es lo mismo, 440 millones de las antiguas pesetas, gracias a los que se van a llevar a cabo los planes de asfaltado tanto en el casco urbano como en las pedanías, con entorno a 400.000 euros. Igualmente, se consignan 670.000 euros para llevar a cabo la primera fase de la renovación de la Ronda Poniente, y también iniciar en su primera fase también, el edificio de seguridad, al que se destinan 450.000 euros, otra obra que huele a cien por cien local ante la negativa sistemática de la comunidad autónoma, que ni agua ni na tiene para los jumillanos, que por si no lo saben, formamos parte de ese millón y medio de murcianos que repiten hasta la saciedad pero que parece que no siempre ni en todos los casos, contamos igual.
También se va a remodelar íntegramente el jardín del Caracol, con más de 800.000 euros, y las pistas multideporte de La Hoya, a lo que se unirán otras actuaciones como vehículos, ordenadores, un ascensor o nuevas fregadoras para la limpieza de aceras.
En fin, lo importante para el pueblo es no parar.