En clave de sol by Gustavo López

Si las elecciones las carga el diablo, no les quiero decir nada las encuestas, que no dejan de ser un mero sondeo telefónico, sin verse las caras, o presencial anónimo, y con un muy bajo número de testimonios, que hacen que solo prime la estadística y nada la ciencia exacta.
En este sentido, el Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública, Cemop, ha hecho públicos recientemente, los datos de su última encuesta de cara a las próximas elecciones del mes de mayo, donde sin entrar a valorar los resultados, que como siempre, hay para todos los gustos, lo que realmente llama la atención es que el número de indecisos se dispara hasta el 30%, o lo que es lo mismo, hay casi tantos votantes del PSOE como personas que no tienen claro a quién van a dar su apoyo, o incluso si se decantan por quedarse en su casa y pasar a engrosar la cada vez más grande abstención.


De esta forma, como decía, da igual quien haya quedado el primero o el segundo, incluso cuál es el nombre del líder más valorado, ya que un 30% de murcianos pueden hacer en un momento que todo cambie, e incluso, no conviene olvidar que, en política, y más cuando se acercan unas elecciones, tres meses pueden resultar una verdadera eternidad.
La encuesta en cuestión, no me atrevo de decir si ha sido cocinada o no, pero lo que sí es cierto es que es muy buena para el PP de López Miras, vamos, que para mí la quisiera, ya que lo valora como el mejor, lo deja al borde la mayoría absoluta, lo que sin duda provoca una movilización de los suyos, y deja por los suelos a los contrarios. Lo dicho, una perica en dulce.
Lo que está claro, y para eso no es necesario hacer ninguna encuesta, es que ahora hay mucha menos ilusión que había por ejemplo hace 4 años. La gente se decanta por ‘el no sabe, no contesta’ simplemente porque pasa del tema, y cada vez hay menos populares cerrados, socialistas acérrimos, comunistas de ideología y ultraderechistas de convicción. Una misma persona puede votar a PSOE en Jumilla, al PP en Murcia y a Vox en las generales. Cada vez se valoran más las personas y sobre todo las realidades, huyendo de las promesas y la palabrería. Ahora se buscan certezas y no castillos en el aire, por lo que el que más realidades sea capaz de poner sobre la mesa, más fácil lo tendrá de llevarse a su terreno a los que están en el lado del 30% de indecisos.