En clave de sol by Gustavo López

Los últimos barómetros, según de donde vengan, y quien los haga o los encargue, aportan datos dispares e incluso contradictorios. Sin embargo, en lo que sí coinciden todos es en que el 82 % de los españoles percibe un aumento considerable de la crispación política en los últimos años. Esto está poniendo de manifiesto que la polarización nacional no es sólo un tema de Madrid o Bruselas, sino que también llega con fuerza a municipios como Jumilla, donde los ciudadanos trasladan esas tensiones a su opinión sobre gobiernos locales o regionales.
Los casos de corrupción afectan a todos los partidos, ya que como se dice en la Biblia, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, y da igual que cuando se hable de este tema se ponga el ventilador, donde al final van todos contra todos, lo que sin duda contribuye aun más a esa polarización que cada vez es mayor, y yo me atrevería a decir que es hasta preocupante.
Es aquí cuando llega el fenómeno del contagio, que indica que las campañas nacionales influyen directamente en las locales. Si el debate nacional se centra en acusaciones, crispación o corrupción, los partidos locales terminan incorporando esos mensajes en sus discursos, lo que intensifica la confrontación, reduciendo el foco en asuntos estrictamente locales, priorizando a la vez la contienda ideológica.


Últimamente se habla mucho de adelanto electoral, pero no hay que obviar que este hecho, puede convertir a los ayuntamientos en rehenes, lo que se puede traducir en bloqueo político, con retraso en la aprobación de presupuestos, obras que no terminan de salir, o ayudas municipales que no se pueden hacer efectivas. Incluso sin adelanto, la continua tensión puede dificultar pactos y acuerdos locales, generando inestabilidad.
¿Qué es lo que puede pasar a partir de ahora? Pues que el PSOE y sus aliados están obligados a contrarrestar el desgaste nacional con una campaña local, cercana y a pie de calle donde se refuercen sus logros municipales desvinculándolos de los escándalos nacionales. A su vez, PP y Vox está claro que capitalizarán la dinámica nacional, pero dependerán de ofrecer una alternativa concreta a nivel local si no quieren quedar fuera de onda. Por su parte, en la ciudadanía, la polarización puede llevar a la apatía o a un voto más ideológico que pragmático, o incluso de castigo.
Hay que huir del ruido político y centrarse en lo que verdaderamente importa.