Juan Francisco Martínez García. Presidente de la Junta Central de Hermandades de Semana Santa
Nada hacía presagiar esto, la Semana Santa jumillana de 2020 estaba llamada a ser histórica, la primera celebrada tras ser declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Nadie había imaginado nunca vivir una Semana Santa confinados en nuestros hogares, vacías las calles, mudas las sedes de las hermandades y cerrados los templos.
Fue difícil asimilar en 2019 la suspensión de muchas de nuestras procesiones a causa de las lluvias torrenciales y cuando no nos imaginábamos un escenario peor, en 2020 nos encontramos con una situación mucho más dura todavía, el confinamiento impuesto por la Covid19.
Entre una y otra, recibimos con gran satisfacción la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional, concedida el 17 de mayo de 2019 y materializada en el acto celebrado solemnemente el 2 de febrero de 2020, en el que la Secretaria de Estado de Turismo nos hizo entrega del nombramiento. Declaración soñada que nos llenó a todos de orgullo.
Vivimos momentos difíciles para el mundo cofrade. La pandemia ocasionada por la Covid19 ha alterado nuestras vidas, toda la sociedad se ha visto afectada, también las cofradías y hermandades, incluso la Semana Santa, tal y como la conocemos.
Es tiempo de inseguridades, faltan menos de seis meses para el inicio de la Semana Santa 2021 y estamos inmersos en una completa incertidumbre. Las autoridades sanitarias nos van indicando, casi día a día, las actividades que podemos realizar y las condiciones que las regulan.
Ante esta situación, debemos preguntarnos ¿hay que suspender los cultos externos y procesiones hasta que haya una vacuna o tratamiento contra el coronavirus, o debemos adaptarlas a la situación sanitaria del momento? No debemos olvidar que uno de los principales fines de nuestras procesiones es dar testimonio público de fe. ¿La pandemia de la Covid19 pone fin a los cultos en la calle o supone una oportunidad para demostrar que las hermandades y cofradías no se mueven por inercia, sino que están vivas?
Así lo hemos demostrado ya, en 2019 nos adaptamos a la adversa climatología, entonces, al no poder procesionar después del Miércoles Santo, nos centramos en la celebración litúrgica en nuestras parroquias y en pocas horas preparamos las sedes de las Hermandades para ser visitadas, tronos e imágenes arreglados para procesionar que, en lugar de salir al encuentro de los jumillanos, esperaban que los visitásemos en sus sedes.
Y en 2020, la pandemia y el confinamiento general nos paralizaron a mitad de la cuaresma, pero las hermandades y cofradías, la Junta Central, el Ayuntamiento y todos los semanasanteros jumillanos mantuvimos vivo el espíritu de la Semana Santa, a través de las redes sociales, los medios de comunicación, la colaboración de protección civil y los “balcones jumillanos”, entre todos se pudo vivir de una manera distinta, pero muy sentida, la Semana Santa de Jumilla.
La Semana Santa de 2021 nos debe encontrar con el trabajo hecho, debemos preparar todos los actos oficiales y procesiones teniendo en cuenta los distintos escenarios que podamos encontrarnos en Cuaresma y Semana Santa, estamos obligados a ser prudentes y cumplir con las indicaciones de las autoridades en cada momento, pero también estamos obligados a mantener viva la ilusión por la Semana Santa jumillana.
Tanto desde la Junta Central como desde las Hermandades y Cofradías, debemos trabajar sin descanso, para hacer posible la realización del mayor número de los actos propios de nuestra Semana Santa. Tendremos que adaptarlos a las circunstancias y condiciones marcadas en cada momento, pero nuestro objetivo no puede ser otro que ver en la calle nuestras procesiones, de acercar el Evangelio al pueblo.
Será una Semana Santa distinta, pese a estar declarada de Interés Turístico Internacional, la evolución de los contagios por Covid19, nos hace prever que la de 2021 será una celebración por y para los jumillanos ya que previsiblemente seguirá vigente la recomendación de evitar los desplazamientos de personas de unas localidades a otras. Pero será nuestra Semana Santa.
La Semana Santa late en el corazón de miles de jumillanos, forma parte de nuestro ser y la añoramos cuando no podemos vivirla en primera persona. La Junta Central, las Hermandades y Cofradías debemos ser motores de ilusión por nuestra Semana Santa y pondremos todo nuestro empeño en ello.