Antonio Navarro. Especialista en audífonos.
Centro Auditivo Fono Audio
¿Podemos imaginarnos un mundo sin poder percibir sonidos o palabras?
La falta de comunicación entre las personas es un problema no sólo por no poder oír, sino que puede acarrear situaciones tan graves como la dificultad para establecer relaciones interpersonales e incluso, el rechazo social.
La pérdida de sensibilidad auditiva que caracteriza a la sordera suele producirse de forma gradual, progresiva y en ambos oídos.
Las personas con dificultad auditiva pueden presentar deficiencia en la comprensión del lenguaje en ambientes ruidosos, con malas condiciones acústicas o en conversaciones muy rápidas. A menudo presentan dificultad en la localización de la fuente sonora, sobre todo en ambientes ruidosos.
Las repeticiones se hacen necesarias en la conversación, llevándonos a un deterioro en la comunicación, provocando aislamiento social, no reconociendo su deficiencia. Suelen mostrar indiferencia progresiva hacia el mundo que les rodea, presentan desconfianza hacia su entorno, desarraigo social (participan sólo en conversaciones que se realizan con lentitud o que versan sobre un tema muy conocido para él) negando que presentan este problema lo que puede provocar conflictos familiares.
Sospeche de estar perdiendo capacidad auditiva si:
-Las personas le comentan que el volumen de su televisión ó radio es demasiado fuerte.
-No escucha el timbre de la puerta o del teléfono.
-Tiene dificultad para seguir las conversaciones en sitios llenos y ruidosos.
-Le parece que las personas murmuran y no hablan claro durante la conversación.
-Le dicen que usted habla demasiado fuerte.
-Pide frecuentemente que le repitan lo que le han dicho
-Sus amigos y familiares sugieren que usted tiene un problema auditivo.
-Tiene dificultad para entender las letras de las canciones cuando las escucha sonar.
Los trastornos auditivos pueden mejorarse a través de un diagnóstico y un tratamiento correcto, ayudando a estas personas y a sus familiares en la comprensión del problema y poniendo todos los medios a nuestro alcance para que la calidad de vida de estos pacientes mejore.
Debemos realizarnos unas pruebas audiológicas consistentes en otoscopia, audiometría, impedanciometria, logo-audiometría etc., para comprobar el grado de pérdida auditiva, realizadas por su médico especialista o por un centro auditivo especializado.