Como cada año cuando se acercan las fiestas patronales en honor de María Santísima de la Asunción, Coronada Excelsa Patrona de Jumilla y de la Junta Central de Hermandades de Semana Santa, la Cofradía de Nuestra Señora Virgen de la Asunción, cuida celosamente y con total esmero de que la imagen esté preparada, perfecta y brille con luz propia justo antes de ser trasladada desde su morada habitual, la Ermita de San Agustín hasta El Salvador, la primera de las parroquias en las que estará presente a lo largo de los días en los que la patrona estará al servicio de todos y cada uno de los cultos y oficios religiosos que han organizado en torno a ella, en las distintas iglesias.
NOVEDADES
Este año, la Virgen de la Asunción va a estrenar un nuevo ajuar compuesto por traje, enaguas, mantilla y un nuevo encaje sobre el que se posa la imagen. Además el suelo del trono también ha sido restaurado, la imagen se elevará unos diez centímetros y han comprado un nuevo porta estandarte y tapas para las tulipas de modo que no se apagen las luces al salir de la ermita o de las parroquias debido al viento.
NUEVO AJUAR
El nuevo traje de la Patrona de Jumilla, que en principio sufragará la propia cofradía, ha sido diseñado por el alicantino José Vivo, que se dedica en su taller principalmente a trabajos en bordado sobre raso, terciopelo damasco u otros tejidos, sobre todo para imágenes litúrgicas, y explicaba que el traje de la Patrona de Jumilla se compone de un corpiño con manga barroca rematado con una puntilla, con un estilo muy levantino propio de la zona, señalaba el diseñador.
Predomina el tono azul, propio de la cofradía, un damasco brocado en plata, terminado con puntilla metálica también en plata y un chantilly blanco que remata las mangas y el cuello del traje.
ENAGUAS
María Dolores Valero es una de las personas que forman parte de la cofradía y su junta directiva y en el momento en que se decidió realizar el nuevo traje para la Virgen no se lo pensó dos veces y se puso a confeccionar unas enaguas para donárselas, porque además de fiel devota de la imagen, señala que todo lo que tiene se lo debe a ella, “a su Madre”.
Ha estado unos cuatro meses confeccionándolas, con bastas de vainicas con un calado de tres y dos calados sencillos, con plisado, cinturilla y puntilla de bolillos, tal y como se las hacen a las niñas que hacen su primera comunión. Las enaguas no se ven, porque van debajo del traje, pero ella señala que “da igual que no se vean, no las hice para eso, las hice porque me hacía mucha ilusión y porque para mí la Virgen es mi Madre”.
Por cierto, que durante las conversaciones mantenidas con algunas de las personas que se ocuparon de vestir a la Patrona, y en la entrevista que se mantuvo en Siete Días Radio con la presidenta María del Carmen Jiménez, también quisieron agradecer la confección de un cojín de manera desinteresada a Francisco Guardiola “Paco el tapicero”.
Reportaje completo en la edición impresa de Siete Días Jumilla