En clave de sol by Gustavo López
La papeleta que ahora explota en los bomberos de Jumilla es una nueva vuelta de tuerca a los jumillanos a los que nos toca una vez más sufrir las injusticias a las que nos someten desde Murcia, a los que se les ha ido de las manos eso de que a Jumilla ni agua, llevándolo a su máxima expresión.
El Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Región de Murcia (CEIS), es uno de esos chiringuitos que tienen las administraciones que teóricamente son entes independientes, pero que dependen directamente de Gobierno regional que marca las directrices, además de poner y quitar a sus dirigentes. En este caso, se encarga de gestionar un total de 15 parques, donde los municipios aportan una pasta para su mantenimiento en función del número de habitantes de cada población. En el caso de Jumilla, la fiesta nos cuesta unos 350.000 euros, un dinero a priori muy bien empleado siempre y cuando la gestión que se haga por parte de los responsables sea la adecuada, que está claro que en estos momentos no está siéndolo.
El domingo, en plena romería, los bomberos de Jumilla, que llevan soportando desde hace ya mucho tiempo una situación insostenible, se plantaron y dijeron un claro y enérgico ¡Basta ya!, a una situación larga en el tiempo, generalizada en toda la Región e injusta para los municipios que pagan su cuota pero sin recibir el servicio adecuado.
Hace ya más de 10 años que desde la comunidad autónoma se les pidió a todos los bomberos de nuestra comunidad que hicieran un esfuerzo en cubrir todos los servicios que muy pronto se solucionaría todo. Pero lejos de cumplir, lo que ha pasado es que el problema se ha hecho mucho más grande, existiendo en estos momentos unas 120 plazas vacantes que no se cubren y que generan barbaridades como la del pasado domingo, donde por primera vez en la historia reciente, los bomberos de Jumilla no participaron en el preventivo de seguridad de la romería, y donde rizando el rizo, hubo que cerrar el parque de Jumilla por la falta de efectivos, un problema que se veía venir desde hace tiempo y que ahora ha dado la cara.
Para este tipo de casos es para los que la política debería ser útil, donde los del PP de Jumilla tendrían que plantarse ante los suyos y exigir lo lógico y justo para su pueblo, y no reuniones vacías. Y los del PSOE, defender algo que tendrían que haber exigido ya hace tiempo, porque esto se sabía que iba a pasar. Hay que adelantarse, porque está claro que confiar y callarse no sirve de nada.