Editorial
Las luces y adornos de Navidad que ponen los ayuntamientos en los diferentes municipios de España, cada año son capaces de despertar tantas opiniones contrarias como a favor, ya que están los que ven este tema como un despilfarro o un malgasto de las administraciones. Sin embargo, está más que demostrado que las luces de Navidad incentivan las compras, y por tanto fomentan la economía de los pueblos y la actividad comercial.
En Jumilla, el pasado viernes se procedió al encendido del alumbrado extraordinario de Navidad y en esta ocasión se ha hecho antes del puente de la Constitución, algo que ha habido años que no ha ocurrido así.
De esta forma, teniendo en cuenta que éste es un año muy complicado, donde debe de seguir reinando la responsabilidad, no hay que olvidar que quizá la mejor postura ante la pandemia sea aprender a convivir con el virus, ya que después de más de 20 meses, no se puede estar siempre pensando en la siguiente ola, el aumento de contagios, la medidas de restricción o la reducción de la actividad a la mínima expresión.
En Jumilla y en otros muchos municipios ya se han inaugurado las luces y adornos propios de estas fiestas. El pasado fin de semana, un puente con acueducto incluido, ha servido para que miles de personas, entre ellos muchísimos jumillanos, hayan aprovechado para viajar o llevar acabo alguna actividad. Además, están las cenas y reuniones previas a la Navidad, de empresas, amigos, y otros grupos. Luego llegarán la Nochebuena, Noche Vieja y sus respectivas comilonas.
Se podrá hacer todo, pero no se trata de repudiar solamente, sino de buscar el equilibrio, con responsabilidad, siguiendo las normas y vacunación. No queda otra.