Editorial

La cultura de Jumilla vivió el pasado fin de semana un momento muy destacado con la puesta en escena de nuevo, 72 años después de su estreno, de la zarzuela “Los Gerifaltes”, compuesta por Julián Santos y con libreto escrito por Lorenzo Guardiola. Por lo tanto, no se trata de una obra cualquiera. Ni siquiera de una más. Es nuestra cultura por los cuatro costados, que hay que defender, promocionar, difundir y colocar con una seña de identidad de Jumilla y los jumillanos.
Cuántos quisieran que don Julián y don Lorenzo fueran ahora paisanos suyos. Sin embargo, somos en este sentido la envidia sana de muchas poblaciones que no cuentan ni con esos genios, ni con lo que es mucho más importante: Su legado en forma de ingente cantidad de obras musicales y literarias de un altísimo nivel.


La puesta en escena de “Los Gerifaltes” fue realmente memorable, incluso histórica se podría decir, y es un motivo más para creérnoslo sin esperar a que vengan de fuera a decírnoslo, como solemos hacer. Además, en la presentación de este reestreno, todo el elenco artístico que participó y los directores, coincidieron en señalar que estábamos ante algo realmente bueno, que nos debe animar a reivindicar con sobrados motivos, el ser epicentro de la lírica española en el mundo.
Jumilla es la ciudad de la música, y hechos como este y todo lo que lo rodea, así lo corroboran y lo ponen de manifiesto.
Nadie de fuera vendrá a hacernos lo que nos corresponde a nosotros, por lo que, cuanto antes, es tarde.