Criminólogo y policía local en Molina de Segura

Demuestra día a día su gran implicación profesional, pero también personal, por la seguridad vial, la educación y la ciudadanía. Y esa entrega, tiene premio. Es Pascual David Muñoz Álamo, graduado en Criminología, agente de la Policía Local de Molina de Segura y colaborador de Siete Días Jumilla que, por esta dedicación, ha recibido recientemente, tal y como se ha informado en estas páginas, dos destacados reconocimientos: la Medalla al Mérito Profesional con Distintivo Blanco 2025 y también ha sido condecorado con la Encomienda de Caballero de Santiago.

M.C.C. Vera

¿Qué suponen para usted estas distinciones?
Es un verdadero honor recibir ambos reconocimientos, que llegan como un valioso gesto hacia un trabajo dedicado a construir una seguridad vial para todos los actores de la vía. Un trabajo hecho con cercanía, simpatía y, sobre todo, con un profundo compromiso humano.

Pascual David Muñoz es jumillano y en su localidad natal ha ejercicio como policía local durante 19 años, aunque en 2022 se trasladó a Molina de Segura donde actualmente reside y ejerce su profesión.¿Cómo nace en usted la idea de dedicarse a esta profesión?
Nací con la vocación de policía local. Ser hijo de un policía local marcó mi forma de ver el mundo desde niño. Recuerdo llevarle la merienda a mi padre mientras trabajaba, observar su manera de tratar a la gente, su respeto, su serenidad. Admiraba su uniforme, pero, sobre todo, su forma de ser. Y, sin saberlo, en aquellas tardes de infancia ya se estaba forjando mi destino.

Desde siempre, además de sus labores propias como policía, su trabajo por cuidar y formar a los ciudadanos va más allá. Es docente de corazón, y ha impartido educación vial a pequeños y mayores. Cuéntenos.
Efectivamente, esta labor la vengo realizando desde 2009, siendo agente tutor del Centro de Educación Vial de Jumilla desde 2018. La educación y la prevención son mis grandes motores. A lo largo de ese tiempo me involucré especialmente en la educación y en el trabajo con jóvenes. Un papel que me permitió unir mis dos pasiones: proteger y enseñar.
Entre los proyectos más significativos de mi vida está la remodelación del Parque Infantil de Tráfico, un espacio que hicimos innovador, adaptado, pensado para los niños y niñas de la ciudad. Fue un trabajo al que puse tanto corazón que, aún hoy, siento que una parte de mí sigue allí, en ese parque, en sus risas y en cada actividad que compartimos.

Y colabora con numerosos centros y organismos

Sí, colaboro activamente con centros educativos, colegios de educación especial, centros de menores y de mayores de toda la Región de Murcia, ofreciendo charlas de seguridad vial, redes sociales, acoso escolar, convivencia y valores.

Además, tiene secciones en varios medios de comunicación

Tengo la fortuna se realizar una sección quincenal en Siete Días Jumilla, tanto en la emisora de radio, como en el periódico, soy colaborador de la cadena SER y de SEGUCITYDigital e igualmente tengo la suerte de participar en varios foros de Seguridad Vial en países de Latinoamérica.


Igualmente, ha ideado campañas importantes en materia de educación vial.

En este tiempo, hemos logrado poner en marcha distintas campañas de educación vial para niños como ‘Ver, oír y sentir’ (finalista en los Premios Ponle Freno Junior 2019), ‘Si aparecen problemas, los cruzamos juntos’ y otra campaña llamada ‘Tú decides’ para combatir el acoso escolar. Ser policía educador es una labor que gratifica, que deja huella y que, con cada gesto y cada palabra, genera un efecto positivo en las personas con las que tenemos la fortuna de interactuar.

¿Qué valoración hace del trabajo que se realiza en seguridad vial en la Región de Murcia?
Creo que estamos avanzando. Las ciudades se están adaptando, aunque lentamente, a una nueva movilidad en la que conviven peatones, bicicletas y vehículos ligeros.
Pienso que debemos seguir apostando por ciudades más humanas, más silenciosas y menos contaminadas. Las jefaturas policiales y la DGT impulsan cada vez más acciones preventivas y educativas, con campañas, charlas y parques de tráfico que acercan la educación vial a los colegios. Pero la verdadera clave está en que esa educación no se pierda con el tiempo, que las familias la hagan suya y la transmitan a sus hijos”.

Para usted la seguridad vial es una forma de vivir
Como suelo decir, “de tal palo, tal astilla”: la educación vial no es solo una norma, es una forma de vivir. Nos acompaña desde que nacemos hasta el final de nuestros días. Por eso prefiero llamarla educación vital, porque no hay nada más importante que aprender a convivir, respetar y cuidar la vida, en todas sus formas.

Por último, ¿cómo ve su futuro personal y profesional?
Mi historia es la de alguien que eligió servir, educar y aprender cada día. Sigo caminando con paso corto, pero con vista larga, porque aún queda mucho por hacer y, sobre todo, mucho por enseñar”.