En clave de sol by Gustavo López
La subcontratación de servicios a través de una empresa externa, es un mecanismo que las administraciones utilizan para poder cubrir ciertas necesidades para las que no disponen del personal necesario. Esto pasa por las propias imposiciones que se hacen, ya que muchas veces se impide sacar las plazas y convocar oposiciones para que todos los trabajadores sean funcionarios, ya que por las normas de gasto y reglas por las que se rigen los presupuestos, no se pueden aumentar los trabajadores municipales, pero sí que se puede externalizar el servicio, y así, puesta la ley, puesta la trampa, porque está claro que las administraciones tienen que dar soluciones a las necesidades que tienen para poder ofrecer los servicios a los ciudadanos.
Con este prólogo, el Ayuntamiento de Jumilla cuenta con varios contratos en vigor con empresas que realizar trabajos de todo tipo, desde las clases en la Universidad Popular, pasando por los conserjes de edificios públicos, la limpieza y cuidado de jardines y los monitores de las piscinas. Además, hay otros menores de trabajos más concretos.
Y sinceramente, aunque hay políticos y partidos que demonizan las subcontrataciones o privatizaciones, lo cierto es que es una buena solución siempre y cuando la cosa vaya bien y la seriedad reine desde el principio al final de acuerdo. Pero cuando una de las partes rompe la baraja y echa por el camino de en medio, pues la cosa se suele enturbiar.
Hemos visto en muchas ocasiones en la televisión, que grandes ciudades han sufrido una huelga de la empresa que gestiona las basuras, generando un problema donde la administración puede hacer poco, ya los trabajadores no son sus asalariados y los problemas suelen estar entre la empresa y sus empleados.
Casualmente, y repito, casualmente, en los últimos días, en Jumilla han explotado situaciones de desencuentro entre las empresas y los trabajadores que en nuestra localidad se encargan de los jardines y de la gestión de las piscinas. Al final un cruce de acusaciones que debería de servirnos para aprender y poco a poco ir remunicipalizando aquellos servicios que suponen un coste muy alto y que de ser gestionados directamente por Ayuntamiento, seguro que funcionarían mejor, o al menos se les exigiría con propiedad. Porque no puede ser que se contrate a una empresa y que se ponga en contra de quien la ha contratado. Es un sinsentido y solo genera problemas de lenta solución.