Editorial
Esta es la frase con la que el presentador Roberto Leal inicia cada una de las pruebas a las que someten a los concursantes de El Desafío, el programa de Antena 3 de la noche de los viernes. Y tras el pistoletazo de salida que marca el Miércoles de Ceniza, pues igualmente ha comenzado ya el desafío que anuncia la inminente Semana Santa que llega cargada de un amplio programa de actos que se encargan de alimentar las diferentes hermandades que componen la Junta Central, así como la Asociación de Tambores Cristo de la Sangre.
Ya el pasado fin de semana se dejó notar con la presentación de carteles suficientes para empapelar las puertas y ventanas de los comercios jumillanos. También actos solidarios como la furgoneta que las hermandades han donado al servicio de Cáritas o los tamborileros que se han volcado este año con la causa de Nora y la investigación de la enfermedad Tango 2.
Pero si el fin de semana pasado fue gracioso, no lo va a ser menos éste que se aproxima y los sucesivos, donde se presentará al Nazareno de Honor, habrá varios y variados conciertos de las bandas de música y sus secciones juveniles. También de cornetas y tambores, junto a actos de homenaje y reconocimientos.
Al final, como todos los años. Y es que casi hay más actividad previa que en la propia Semana Santa.
Por lo tanto, a disfrutarla, o a trabajarla en nuestro caso, y solo resta esperar y desear que los fallos cometidos se subsanen y que el salto de calidad sea palpable.