Editorial
El vino, como no puede ser de otra forma, es uno de los productos estrella de los regalos de Navidad en Jumilla entre familias, empresas, amistades y también para obsequiar a colegas, clientes y personas sobre todo de fuera de nuestro municipio. Porque sabemos que vamos a quedar bien y por eso el vino se convierte en una apuesta segura para un jumillano que sabe que si va a algún lado con una botella de buen vino bajo el brazo, siempre será bien recibido y siempre se podrá sacar más bebiendo que mordiendo.
Las bodegas de Jumilla no están siendo ajenas a esta situación actual provocada por la dichosa pandemia mundial, y aunque la venta online está dando cierto respiro, y el mercado internacional sigue siendo fiel hacia un producto de excelente relación calidad-precio, lo cierto es que el parón en la hostelería está haciendo sufrir más de la cuenta sobre todo en la venta de los vinos llamados top o de más alto nivel, que son precisamente los que más salida tienen en bares y restaurantes y no tienen cabida en los lineales de los supermercados.
Por eso, este año más que nunca, hay que seguir estando al lado del principal sector de Jumilla, junto a las bodegas, y por ende, junto a los agricultores, ya que tanto montan, y montan tanto, y si a uno le va bien, al otro también, y en consecuencia, algo pillará Jumilla.
El presidente del Consejo Regulador anima a probar los nuevos vinos de 2020, los más jóvenes, en una cosecha que ha sido de gran calidad y que ya está preparada para ser consumida, disfrutada, regalada, y sobre todo, para que podamos presumir, porque nuestro vino, siempre abre puertas.