Muchos aspectos de la vida en la sociedad actual son cíclicos. Los ciclos son periodos temporales que se suceden (es decir que, al finalizar, comienzan de nuevo). Algo cíclico, por lo tanto, es aquello que se reitera de manera periódica o que, tras una cierta cantidad de tiempo, regresa a un estado o a una configuración precedente.

Un arranque de estos ciclos podría considerarse el propio inicio de un año, pero también cuando se estrena el curso. Y en esas estamos. Parece que hace dos días que estábamos en Semana Santa, pero llegó el verano y las vacaciones, se celebraron las fiestas patronales y de nuevo, septiembre.

Mañana arranca el curso escolar 2019/2020 para Educación Infantil y Primaria. Sin embargo no solo podemos decir que empiezan una nueva etapa los escolares, sino que es un inicio de curso para todos. Y aunque la actividad de colectivos y asociaciones no cesa en todo el año, quizá este mes de septiembre sirve para plantearnos nuevos propósitos y objetivos.

En cuanto al nuevo equipo de Gobierno, aunque se suele establecer un tiempo de 100 días para realizar la primera valoración, en este nuevo curso ya hay que ponerse las pilas y dejar a un lado el margen de adaptación que se concede y más si se tiene en cuenta que nada más tomar posesión se encuentran con la organización de unas fiestas como las de agosto. A todo esto se ha unido, en esta ocasión, la dificultad para establecer gobierno a nivel regional y pendiente de lo que ocurra a nivel nacional. Procesos que, por supuesto, también afectan al desarrollo del trabajo de una administración local.

Pues eso, dicho lo cual, ya hay que marcarse objetivos claros, planificar presupuestos, priorizar iniciativas y, en definitiva, empezar a cumplir lo que se refleja en los programas electorales, y no solo del partido que gobierna, sino de todos los que tienen representación municipal.

Hay que empezar a preguntar ya por los proyectos que prometieron en campaña electoral, pero también por otros que se quedan año tras año en el tintero, como la carretera del Carche, el Centro de Salud, el Museo del Vino, el Plan Especial de Protección del Casco Antiguo, el edificio de seguridad o el cuartel de la Guardia Civil, por ejemplo.