Editorial
Acaban los 10 días más intensos que vive Jumilla al año con la celebración de su Feria y Fiestas. Han sido jornadas donde se ha desarrollado un programa de actividades para todos los gustos donde la nota predominante ha sido la normalidad, ya que, aunque se ha dado algún que otro incidente, este hecho también se puede calificar como normal, ya que ninguna ha sido grave y todo más o menos ha estado controlado.
En el caso del Festival de Folklore, una vez se ha puesto de manifiesto que este es un evento que atrae a cientos de personas y que gusta, llenándose el recinto de la Glorieta en las dos sesiones y con mucha participación en las convivencias y en el resto de actividades.
En el caso de la Fiesta de la Vendimia, las cabalgatas han vuelto a ser masivas, dejándose notar una mayor afluencia de asistentes en la del vino del sábado que se ha convertido en todo un atractivo para gente de fuera de Jumilla. Igualmente, a pesar de las importantes aglomeraciones, incidentes cero. Perfecto.
La Cofradía de la Patrona tiene su acto e incluso día más importante el 15 de agosto, siendo necesario un examen a fondo del resto de actividades que no terminan de calar como debieran.
En cuanto a las actuaciones musicales que organiza el Ayuntamiento, las gratis, como es normal, petadas y con notable éxito, y las de pago, muy bien también, con el festival Sonovin que ha llegado para quedarse y que este año ha puesto su primera piedra, y la gala lírica, que demostró la gran afición que al género chico hay en Jumilla.