Estuvo acompañado por José María Roncero, el fraile de Santa Ana
El regalo que recibió y que es fruto de una colecta de feligreses lo donó íntegramente a Cáritas para la futura Fundación del Asilo de ancianos
“Fue muy emotiva”, así ha calificado José Luis Bleda la ceremonia de la misa de acción de gracias que se celebró el pasado viernes en la iglesia de San Juan, realizada a modo de despedida.
En una iglesia llena de amigos, fieles y feligreses, el que hasta ahora ha sido el párroco de la iglesia del barrio de San Juan, recibió muchos parabienes por sus seis años al frente de la parroquia y ha quedado claro que no ha dejado indiferente a nadie y que ha sabido estar al lado de la gente. Bleda ha querido destacar en la conversación mantenida con él tras el oficio de la ceremonia, las emotivas palabras que le dirigió José María Roncero, el fraile de Santa Ana que le acompañó en la celebración de la misa.
Aparte del gran regalo que para él han supuesto estos seis años en Jumilla y en San Juan, José Luis Bleda ha mencionado de manera especial al grupo de feligreses de Cáritas que le regalaron una toalla para utilizarla Jueves Santo en el lavatorio de pies, y que lleva bordado el anagrama de Cáritas.
También recibió un sobre con una cantidad de dinero que le han regalado los feligreses para que él los utilice en lo que quiera.
El regalo de los feligreses ascendió a 1.227,20 euros y los donó a la futura Fundación del Asilo.
A sabiendas de que el asilo está necesitado de dinero, atraviesa por una situación delicada y se está constituyendo una fundación, el lujo que se ha permitido -según palabras del párroco- ha sido regalar a la futura fundación el regalo que le han dado a él.
Jose Luis Bleda ha reconocido que en la ceremonia estuvo casi a punto de llorar, pero lo hizo después cuando llegó a casa y cerró la puerta.
Sabe que no se quedan solos en la parroquia, van a estar muy bien cuidados y también para ellos empieza una nueva etapa que no va a ser peor, sino que va a ser distinta para todos.
