Así lo estableció en una reunión con las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA celebrada la pasada semana

PAQUI GIL

La Asociación de Empresarios del Vino de la Región de Murcia, ASEVIN, se ha comprometido a pagar “a buen precio” las uvas destinadas a vinos embotellados de la Denominación de Origen. Así se acordó en una reunión celebrada la pasada semana, en la que ASEVIN se concertó con las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA para hablar sobre la situación que está atravesando la campaña de la vendimia.
En ella se contó con la presencia del director general de Industria Agroalimentaria, José Gómez, en representación de la Consejería de Agricultura. Su presencia se debió a la petición del consejero, Antonio Luengo.


Por su parte, las uvas destinadas a hacer vinos a granel y/o vinos de mesa, se pagarán conforme a los precios del vino que hay en el mercado.
Asimismo, la ley de transparencia de la cadena alimentaria establece que debe haber un contrato entre bodegueros y viticultores previo a la entrada de la uva en la bodega y que los precios pagados deben cubrir los costes de producción del agricultor. No obstante, el Ministerio de Agricultura no ha publicado los precios de coste lo que dificulta llevar a cabo lo establecido por el Real Decreto.

Arranque de viñedos

Tan solo un 30% de los kilos de uva que se producen en la Región de Murcia se destinan a vinos de calidad embotellados de denominación de origen.
El desajuste entre la cantidad de uva que se produce y la cantidad necesaria para los vinos con denominación de origen, está conllevando a la desaparición cada vez mayor de hectáreas de viñedo. Muchos agricultores optan por arrancar los viñedos al no poder sacarles rentabilidad. Ante este hecho, ASEVIN y las organizaciones agrarias están trabajando en una propuesta que se elevará a la Consejería de Agricultura.

El problema del precio de la uva se repite cada año

Son muchos agricultores los que han manifestado sus quejas sobre el precio que reciben en las bodegas al entregar su trabajo. Además, venden su uva sin saber exactamente cuál será el precio que recibirán por esta, siendo en ocasiones más bajo que los costes de producción.
Esta indignación por parte de los agricultores se repite en cada campaña de la vendimia, por lo que los agricultores esperan que se establezcan precios fijos, para así poder conocerlos previamente a la venta de sus productos a diferentes bodegas.