M.C.C.

Cayetano Herrero, director del Museo de Etnografía y Ciencias de la Naturaleza, junto con Emilio Herrero, profesor del Instituto Infanta Elena de Jumilla, han participado en las XXIX Jornadas de Patrimonio de la Región de Murcia, con la ponencia sobre el trabajo ‘Huellas fósiles de vertebrados mamíferos de la Sierra de las Cabras. Mioceno superior. Jumilla’.
El término municipal de Jumilla, por sus características geográficas y los estudios realizados en él, se ha convertido en uno de los territorios más importantes en la localización de icnitas del Mioceno, entre los que se conserva el yacimiento de la Sierra de Las Cabras, que por su abundante fauna registrada se ha dividido en varios estudios y publicaciones. Este año se ha presentado en las jornadas, íntegramente la dedicada a los mamíferos de la Sierra de las Cabras, con un estudio detallado.


Los depósitos sedimentarios del Mioceno superior de la Sierra de las Cabras en la Zona Prebética (Jumilla) aportan un yacimiento excepcional con diversa icnofauna (huellas fósiles de animales) que incluye mamíferos y aves. Las huellas están en superficies estratigráficas en una sucesión de calizas margosas delgadas que se pueden asignar a la parte terminal del Tortoniense o la basal del Mesiniense (algo más de 7 millones de años).

324 huellas de vertebrados

Las pisadas de mamíferos consisten en 324 huellas de varios vertebrados que incluyen: Hippipeda (caballos), Rhynoceripeda (rinocerontes), Canipeda (cánidos), Felipeda (felinos), Ursipeda (osos), Rodentipeda (ratones) y Suipeda (jabalí). Las huellas estan impresas en barro calizo margoso compacto depositado en un ambiente húmedo semiárido con influjo de agua dulce.
El yacimiento, limpiado y protegido hace algunos años, pero que está pendiente de su estudio científico, que se ha estudiado ahora por primera vez. Junto al yacimiento vecino de la Hoya de la Sima constituyen un conjunto excepcional de icnofauna del Mioceno en el Sureste de la Península Ibérica.
Las explicaciones dadas por los ponentes jumillanos fueron muy valoradas por el conjunto del mundo científico regional asistente a las jornadas, que pusieron en valor este yacimiento y solicitaron ayuda de la administración para restaurar las icnitas, que siguen pendientes después de 16 años.