Actuaciones brillantes y magistrales de actores y lleno absoluto en las dos sesiones programadas

Gustavo López

El Auto de la Asunción que representa la Asociación Cultural El Losao de Santiago se consolida cada año más con una puesta en escena espectacular en la propia iglesia de Santiago, que por unas horas se convierte en un majestuoso escenario, que da vida a la adaptación de un texto del siglo XVI, de Juan Miguel Valero.


El numeroso público que abarrotó cada una de las dos sesiones que tuvieron lugar, disfrutaron de una cuidada representación con decenas de detalles, donde se logró mantener la emoción desde el mismo punto inicial con la procesión de los actores que abre la representación, hasta el saludo final.


Este Auto relata el momento en el que la Virgen María pide al Padre poder reunirse con Él. Así, en su lecho de muerte, se despide de San Juan, San Pedro y otros apóstoles que envueltos en la tristeza del momento contemplan la Ascensión del alma de la Virgen en un primer momento, y tras su sepultura, como se une cuerpo y espíritu para subir al cielo coronada como Reina.


A toda la escenografía que ocupaba la nave central de la iglesia, se le unió en perfecta amalgama, el despliegue técnico de Juan Navarro Mínguez, y la interpretación musical del coro y sobre todo, la majestuosidad del órgano histórico que se convirtió en la guinda perfecta.


El párroco de Santiago, Manuel de la Rosa, se dirigió al final de la actuación a todos los presentes para agradecerles su presencia e invitar a todos a fomentar la devoción a la Virgen.


La dirección de la obra estuvo a cargo de Juan Simón, que no ocultó su satisfacción al final de la representación.