En presencia del Niño de las Uvas se alzaron las copas que contienen el jugo obtenido de las primeras uvas vendimiadas

Gustavo López

La Federación de Peñas de la Fiesta de la Vendimia ha celebrado uno de sus actos más emblemáticos, que es la Ofrenda de Uvas y Primer Mosto de la cosecha 2021, que acogió el jardín de la Glorieta en un año en el que se ha intentado respetar al máximo el esplendor de otras ediciones, pero donde no se ha podido llevar a cabo el desfile previo. Sí se respetó y cumplió la limitación del aforo.
Este año la Federación no ha nombrado a ningún Pisaor de Honor, ya que el colectivo se pensó que este reconocimiento hay que entregarlo “con todo el boato”.


Dos años han tenido que pasar para que la Federación pueda llevar a cabo el acto más emblemático de cuantos organiza, aunque han seguido quedando en dique seco todas sus cabalgatas, entre ellas, la Gran Cabalgata del Vino que cada año congrega a miles de personas y que tendrá que seguir esperando.
El acto, que abrió con un sentido discurso el presidente de la Federación de Peñas, Guillermo González, contó con la presencia de algunas comisiones festeras como la Federación de Peñas Huertanas de Murcia, la de San Isidro de Yecla, la Comisión de Fiestas de Pinoso, con su alcalde y diputado nacional Lázaro Azorín a la cabeza, la Junta Central de Fallas de Elda y la Junta Festera de Monóvar. Junto a ellas, la representante del Consejo Regulador, Esther González, el presidente de la Ruta del Vino, Sebastián García, y la máxima autoridad, la alcaldesa de Jumilla Juana Guardiola.


La jornada comenzó muy temprano vendimiando las uvas en una parcela del Estrecho de Marín y ya por la noche, los representantes institucionales, los Vendimiadores Mayores e Infantiles, así como la reinas y damas llegadas desde otras ciudades y las peñas participantes, depositaron sus uvas en el lagar.


Seguidamente los pisaores de la peña Amigos del Campo, obtenían el primer mosto de la cosecha, que se espera que siga manteniendo la calificación de excelente.


Coros y Danzas amenizó la pisada de las uvas, y el fraile del Convento de Santa Ana, Antonio Trucharte, bendijo el primer mosto con el cuál se brindó en presencia de la imagen del Niño de las Uvas.


Todo se realizó como antaño y respetando al máximo la tradición y costumbre que requiere este acto.