Los hechos ocurrieron el pasado mes de noviembre de 2020, en la zona de la Sierra de los Mochuelos

M.C.Cañete Vera

El 8 de noviembre de 2020, el jumillano Gaspar Canals García se encontraba practicando la caza, junto a tres cazadores más, en la Sierra de Los Mochuelos de Jumilla. Caminando por esa zona, Canals García cayó, escopeta en mano, al fondo de un pozo que no estaba señalizado lo que le causó distintas lesiones físicas. Por ello, el afectado interpuso una reclamación por responsabilidad patrimonial, ante la Dirección General de Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma.


Después de varios años, y todo el procedimiento oportuno, pero sin haber sido necesaria la celebración de un juicio, la citada Consejería reconoce su responsabilidad, según se lee en la resolución “por ser dicho accidente consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos regionales competentes” e indemniza al afectado.

De unos 20 metros de profundidad

Según relató en su denuncia, se trataba de “un pozo o surco no visible de unos 20 metros de profundidad que pertenece a la conocida como Cueva del Pozo, tras llegar al fondo del mismo, pudo escalar hasta alcanzar una cuerda de gran grosor que se encontraba allí anclada. Una vez fuera fue auxiliado por sus acompañantes, que llamaron a los servicios de Emergencias”.
Gaspar Canals también recuerda que “al lugar acudieron una ambulancia, la patrulla de la Guardia Civil y el agente forestal de la zona, desplazándose estos últimos al punto preciso de la caída donde constataron que el pozo no estaba señalizado”.
Tras el siniestro, tanto el hueco por el que cayó como el hueco por el que salió, han sido identificados con vallas y señalizaciones que advierten del peligro.

Lesiones físicas

Todo esto le produjo lesiones físicas, con diagnóstico de esguince de tobillo y policontusiones, por lo que en la reclamación afirma que “existe nexo causal entre el resultado lesivo y la acción u omisión de la administración regional, a la que imputa (Servicio de Gestión y Protección Forestal) que el pozo no estuviese tapiado ni señalizado en ese momento”. Por todo ello, finalmente este cazador jumillano ha sido indemnizado, tanto por los daños físicos, como por los daños en su arma. El procedimiento y la reclamación ha sido gestionado por la letrada Raquel López del Bufete Caesar de Jumilla.