Hijo Predilecto, Siete Días Embajador de Jumilla y presidente de honor de AFAD

Mari Carmen Cañete Vera

Hace justo una semana fallecía en Estados Unidos a los 92 años de edad el profesor de Anatomía Patológica y Pediatría, Miguel Marín Padilla. Aunque pasó buena parte de su vida fuera de Jumilla, se sentía totalmente jumillano y su relación con la ciudad, desde la distancia, fue siempre muy intensa.


Nombrado Hijo Predilecto de Jumilla, en el año 2000, además recibió el Premio Siete Días como Embajador de Jumilla en 2001 y era presidente de honor de AFAD, Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de la localidad. Siempre que tenía la oportunidad y sus obligaciones profesionales y personales se lo permitían, viajaba a la localidad para participar en distintas actividades sociales y culturales y reencontrarse con los muchos amigos que conserva en Jumilla, entre ellos, el doctor, también jumillano, Guzmán Ortuño.

Su legado, en Jumilla

Por fortuna, su legado permanecerá en Jumilla, ya que en 2019 envió desde Estados Unidos todo su material científico, con el fin de que se cree un centro de investigación del cerebro. Tenía previsto volver en marzo de 2020 con una de sus hijas para ver cómo había llegado el material y hacer inventario, pero la pandemia lo impidió. Era el deseo de Marín Padilla que su “sancta sanctorum” se albergue en el futuro Centro de Interpretación del Cerebro, que él mismo quería que se ubique en la Plaza de Arriba y que se convierta en un centro de referencia de estudio del cerebro humano para estudiantes e investigadores.
El contenido de la donación lo componen su lugar de trabajo, laboratorio, estudio y archivo de todas sus publicaciones y preparaciones histológicas perennes.


El legado del investigador estaría compuesto por: Fotomicroscopio y otros microscopios auxiliares, cámara lúcida, mesa de trabajo y muebles de despacho. También incluye objetos personales, cuadros, diplomas y acreditaciones obtenidas. En cuanto al legado científico propiamente dicho habrá alrededor de 5.000 preparaciones histológicas, esquemas y dibujos, archivo fotográfico, libros publicados, separatas de sus publicaciones, su biblioteca personal y un archivo de entrevistas en radio y televisión. A lo largo de los años ha realizado multitud de publicaciones relacionadas con el Alzheimer y ha impartido conferencias en todo el mundo.
La alcaldesa, Juana Guardiola, ha resaltado del doctor Marín Padilla su valía tanto profesional como humana: “Tuve la inmensa suerte de conocerlo y disfrutar de su amistad. Es, sin duda, una gran pérdida que siento muchísimo”.

Nunca perdió su vinculación con Jumilla

Miguel Marín Padilla nació en Jumilla en julio de 1930, donde vivió hasta los 10 años, cuando cambia su residencia a Córdoba por el traslado de su padre, que era notario. Sin embargo, nunca perdió su vinculación con Jumilla.
Estudió en la Facultad de Medicina de Granada. Le interesaba más el entendimiento de las enfermedades que los enfermos, por lo que, en 1956, sin saber una palabra de inglés, se marchó a Nueva York. Empezó como interino en un hospital en New Jersey. Luego se especializó en patología pediátrica en Boston, en el Instituto Mallory, y de allí a Dartmouth.


En 1989, le concedieron el premio de neurociencia más importante que se otorga en Estados Unidos: el Jacob Javits.
Siempre trabajó siguiendo los métodos de Cajal para realizar los cortes cerebrales. Así, comenzó a ver las neuronas en tres dimensiones, dentro del bloque, y cómo se comunican entre sí. Saber qué ocurre en el cerebro cuando se daña le llevó gran parte del tiempo de sus investigaciones.