Participaron 26 peñas que fueron obsequiando a los asistentes con vino, sangría y productos típicos

Mari Carmen Cañete Vera

Cuando Jumilla ya ha brindado con el primer mosto, el protagonismo fue para la Cabalgata Tradicional, un desfile donde miles de peñeros y peñeras van obsequiando a los asistentes con el preciado líquido por el que se conoce a Jumilla mundialmente, acompañado con productos típicos de la tierra. El vino, servido en jarras de barro o las típicas botas de cuero, como manda la tradición y como lo hacían nuestros antepasados.


Una actividad destacada de las que organiza la Federación de Peñas de la Fiesta de la Vendimia que continúa con la celebración de su 50 aniversario y que ultima el expediente para conseguir la declaración de Interés Turístico Nacional.
En este caso, fueron 26 las peñas participantes, integradas por peñeros y peñeras de todas las edades, ataviados con el traje de faena, y que compartieron entre jumillanos y visitantes, el sabor de la Jumilla de antaño: vino donado por las bodegas de la DOP, sangría fresquita elaborada por las propias peñas y bocadillos de embutido, fruta y dulces.

Motivos costumbristas

El desfile lo abrió la Peña Hijos de las Cepas, seguida de La Barrica, Las Cepas, El Albal, Los Borrachos, La Brocá y dos Yemas, Peña La Uvica, La Horica del Cigarrico, Peña La Mamaera, Unión de Campesinos y Ganadores, Las Omblancas, Eslomaos, Los Soyaos, Las Pirusas, Peña El Salicornio, La Bodeguica, El Ribazo, Peña El Mosto, El Majuelico, La Alborga, Peña Casco Antiguo, Los Culebras, Peña El Zagalejo, Uva y sus Granilletes, Los Disertores del Arao y Peña La Cepica. La música no faltó en esta calurosa tarde de agosto, con la participación de charangas que acompañaban y pusieron el ritmo al desfile.


Las peñas sacaron a la calle sus carrozas que mostraban escenas costumbristas relacionadas con la uva, la vendimia, el vino, productos gastronómicos y monumentos. Así se pudo ver una fuente con agua y herramientas del campo, un tonel con globos que representan uvas, un burro y sus aperos del campo, una botella de vino y racimo de uvas, elaborada con corchos, una pirusa gigante, un salicornio, una maqueta del Paseo Poeta Lorenzo Guardiola antiguo y actual, una habitación de antaño, un lagar o la representación del Libro de la Fiesta de la Vendimia que celebra sus 50 años, entre otros.