Tuvo lugar en la iglesia de Santiago ante un limitado número de penitentes

LOLA T.R.

Una celebración penitencial llevada a cabo Martes Santo, sustituyó a la histórica y tradicional procesión de los penitentes que este año, y ya van dos, no ha podido celebrarse.
Aún así y cumpliendo con las medidas sanitarias, la iglesia de Santiago acogió a los penitentes que hasta allí se desplazaron y que ocuparon los bancos respetando las distancias y el aforo permitido.


El oficio religioso lo condujo el párroco Manuel de la Rosa y estuvo presidido por la imagen del Santísimo Cristo de la Vida, acompañado de cerca por la Virgen de la Esperanza y la de la Soledad desde su hornacina.


La Canticorum bajo la dirección de Alemañ acompañó con sus voces el momento de recogimiento