Bajo el eslogan «Al mosquito tigre, ni agua»
La concejala de Salubridad Pública, Lucía Jiménez, junto al gerente de Aguas de Jumilla, Manuel Rayo, y los técnicos del departamento de Agricultura y de la empresa CTL Sanidad Ambiental han presentado una campaña de información y prevención bajo el lema ‘Al mosquito tigre, ni agua’.
La campaña se alargará hasta el próximo mes de noviembre, pero tendrá especial incidencia durante el verano. Se van a repartir folletos y carteles informativos a través de los mupis de la ciudad. Además, en todas las facturas de Aguas de Jumilla se va a incluir un díptico y se va a publicitar la imagen en los medios de comunicación local, con la finalidad de que llegue al mayor número de ciudadanos.
Según han destacado los técnicos, es muy importante la colaboración ciudadana, ya que más del 90% de las proliferaciones del mosquito tigre se da en lugares domésticos o privados. De todas formas, se ha hecho hincapié en que no cabe la alarma social. De hecho ya se han colocado trampas para el mosquito tigre en los jardines de la ciudad y se espera que al igual que pasó el año pasado, ninguna de las analíticas salga positiva.
Es importante vigilar que no se acumule agua en las bases de los tiestos de las plantas, cubrir los bidones, tanques, pozos y recipientes de agua, vigilar que los desagües no acumulan agua, vaciar cualquier objeto que pueda acumular agua, llenar de arena los agujeros en los troncos de árboles, evitar que se hagan charcos, renovar el agua en las plantas acuáticas y abrevaderos de animales, así como mantener de forma correcta las piscinas durante todo el año.
Especie invasora
El mosquito tigre es una especie invasora originaria de Asia que utiliza su reproducción en ambientes donde hay pequeñas cantidades de aguas, sobre todo en zonas de sombra y oscuras, que es donde pone los huevos que a los seis días se convierten en insectos adultos listos para picar. Su picadura, incluso a través de ropa fina, es muy molesta y aunque no hay motivos para alarma social, el peligro reside en que si el mosquito ha picado con anterioridad a una persona con una enfermedad, ésta es contagiada en sus siguientes picaduras, habiéndose casos de contagio de fiebre amarilla o el temido zika.