Los agricultores y ganaderos siguen con sus movilizaciones para luchar por el futuro del campo y denuncian la situación que atraviesa el sector bajo el lema #AgricultoresAlLímite. En paralelo, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha abierto mesas de negociación con los productores, la industria y la distribución para abordar diferentes asuntos.
La principal reivindicación de los agricultores es lograr unos precios justos en origen que les permitan cubrir los costes de producción. Uno de los factores que influye es la subida del salario mínimo especialmente en los cultivos más extensivos en mano de obra como el olivar, el viñedo o las frutas y hortalizas.
Las organizaciones agrarias sostienen que la práctica totalidad de los agricultores están inmersos en una grave crisis de rentabilidad. Sus protestas saltaron a los titulares con los incidentes violentos en Don Benito pero luego han seguido de forma pacífica. Y además el Ministerio no les ha pedido que abandonen las manifestaciones, un gesto que los agricultores han agradecido.
La reforma de la Política Agraria Común (PAC) hasta el 2027 es uno de los principales caballos de batalla del sector agrario. España y otros países productores presionan para que el presupuesto, que de 2014 a 2020 fue de más de 400.000 millones de euros, no disminuya. La salida del Reino Unido con el Brexit, hace temer a los agricultores la reducción de los fondos. Para más inri, 2019 fue un mal año, uno de los más negativos que se recuerdan para el sector, con una pérdida de renta agraria cercana al 9%.
El panorama se completa con los acuerdos comerciales con terceros países. El sector critica la competencia desleal con unos precios más bajos porque no respetan los estándares de calidad y medioambientales comunitarios, como es el caso de los cítricos provenientes de Sudáfrica o la miel de origen chino, a lo hay que sumar los aranceles de Trump.
Jumilla no es ajena a este problema y los jumillanos, más que nunca, tenemos que estar con nuestros agricultores.