En clave de sol by Gustavo López

Los medios de comunicación, cuando tenemos la oportunidad de dirigirnos a la gente, ponemos siempre en valor el importante papel que juegan en nuestra supervivencia, los lectores de un periódico, los oyentes de la radio, o los telespectadores de la televisión. Y es que es verdad, ya que, sin receptores, pierden todo su sentido los medios de comunicación. De hecho, nosotros estamos donde estamos y hemos pasado lo que hemos pasado, gracias principalmente a los que nos leen, nos escuchan y nos ven, pero no hay que perder de vista, ni olvidar algo que en el acto de entrega de los Premios Siete Días Jumilla de este año, puso de manifiesto el consejero delegado del grupo, Antonio Martínez Quintanilla, que en sus palabras, centró su agradecimiento en las decenas de empresas que nos apoyan, que nos ayudan y confían sus campañas de publicidad, promocionales o de imagen, en nuestros medios.


La parte sentimental y bohemia está muy bien, pero también hay que entrar de lleno en el materialismo, reconociendo a todos aquellos que económicamente hacen viable que Jumilla, después de 23 años, tenga un periódico propio, de los de papel de toda la vida, de los que ofrecen toda la información más cercana, y lo hacen con prestigio, reconocimiento y, sobre todo, con confianza.
El papel de la gente que espera cada jueves la llegada del nuevo ejemplar a la librería o al kiosco, es fundamental, pero también lo es el de los anunciantes y patrocinadores. Porque muchas veces, hay gente que nos pregunta eso de: “¿A vosotros quién os mantiene?” Pues es muy sencillo, no nos mantiene nadie en especial y estamos aquí gracias a todos.
Porque a nivel local hemos conocido ya a cuatro alcaldes, media docena de presidentes de la Junta Central de Semana Santa, otros tantos de la Fiesta de la Vendimia, un sin fin de concejales, presidentes de asociaciones, gente de la cultura, el deporte, de la sociedad, jumillanos en definitiva.
Eso qué significa, pues que todo pasa y Siete Días Jumilla queda, y eso o se entiende o se obvia.
A día de hoy, contamos con anunciantes que algunos están con nosotros desde el primer día; otros que son empresas cuyos clientes no están aquí, pero que cuando nos dirigimos a ellos nos dicen claramente: “Lo que necesitéis”; y también tenemos a los que, con una simple llamada, sobra para que se sumen a la propuesta; para todos ellos no hay palabras suficientes de agradecimiento.